SALUD CASA POR CASA Y TODOS SEGUROS / IDEAS AL VUELO
Salud casa por casa y todos seguros / #IdeasAlVuelo
11/12/2024
Como ha sido analizado por académicos, gobierno y especialistas, el sistema de salud nacional requiere urgentemente atender de manera distinta las causas materiales, sociales y ulteriormente individuales de las enfermedades crónico degenerativas que atacan a nuestra población.
Esto implica una estrategia que pueda, en etapas previas a su manifestación sintomática, atajar lo que se ha convertido (por nula praxis profiláctica) en una serie de males endémicos de los mexicanos, que pasan generalmente de una mala educación nutrimental al sobrepeso, derivando en obesidad como causa subyacente de diabetes, hipertensión, disfunción eréctil, entre otros, y con consecuencias como ceguera, insuficiencia renal e infartos en edad temprana y altamente fatales.
De ahí que la nueva visión que está aportando la actual administración, con el programa denominado “Salud Casa por Casa”, dada a conocer en diversas conferencias de prensa mañaneras del pueblo y que implica las visitas por parte de personal médico a distintos rangos demográficos y geográficos sea, sin duda, una solución obvia y urgente pues, la detección temprana y el tratamiento profiláctico o a la primera sintomatología, ahorraría miles de millones de pesos en gastos del Estado para las enfermedades que hoy atiende ya en su etapa de mayor desarrollo.
Sin embargo, este innovador impulso tendrá que verse sometido a una realidad regional muy compleja pues, gran parte del personal recién contratado o por contratar, son jóvenes y en buena medida, mujeres que se verían obligados por la naturaleza de su trabajo, a acudir a múltiples regiones y amplias zonas del país en las que los grupos del crimen organizado controlan el territorio y deciden quién entra o no, aún tratándose de actividades institucionales.
Lo que ya es un hecho cierto para cualquier funcionario que se aventure en estas circunstancias a realizar su labor personal, esto es, un riesgo real y hasta sobre su vida, más cierto lo es para personal mayoritariamente femenino (personal de enfermería) o con expertise médica porque, dado el estado de conflictividad que estas bandas permanentemente mantienen, lo lógico es que requieran atención médica permanente para sus incursiones casi militares que en forma natural llevan aparejadas heridos de diversa gravedad o enfermos sin acceso a atención.
Ha ocurrido ya en más de diez entidades del país, que el personal médico institucional “desaparece” o es forzado a realizar labores para los distintos liderazgos de las organizaciones criminales, ni hablar de los médicos que en su servicio social han tenido experiencias de este tipo y que ha llevado a algunas facultades de medicina a tener listados de municipios en los que no mandan estudiantes, o las que sólo los envían a los municipios de los que son originarios.
Por ello, el plausible planteamiento teórico del despliegue de servicios médicos a la población narrado en las mañaneras, tiene que repensarse para que contemple la integridad de este nuevo personal y se garantice que sea integrado por brigadas que cuenten con seguridad suficiente, y con calendarios que permitan un despliegue ampliamente anunciado y más seguro.
Contemplemos que hoy día la matrícula de médicos está mayoritariamente integrada por mujeres, lo cual habla de un importante avance en el sector, pero también nos dice que para una actividad como la que se pretende, el grado de riesgo personal en esas brigadas, se incrementa considerablemente.
El reto pues para la que escribe, y más aún para aquellas jóvenes médicas y enfermeras que, con entusiasmo y compromiso se están adhiriendo a trabajo de unidades de campo del gobierno federal en materia de salud será, sensibilizar a los distintos niveles de la autoridad sanitaria y otras instancias de gobierno involucradas, en el desarrollo de un modelo que cumpla con el importante objetivo de atacar en campo las causales que enferman a los mexicanos pero que, al mismo tiempo, reduzca el riesgo para aquellas brigadas que asuman dicha labor.
Una reflexión final sobre el tema: cualquier salida en políticas públicas tendrá un costo y un beneficio.
El abatir el indicador de los padecimientos es un importante beneficio ya iniciado, en el que el Estado, a través de instituciones públicas de salud y la Presidenta de la República, requieren asumir una visión holística y generar junto con este gran beneficio para la población y el país, la alternativa de aplicación del remedio que mejor ayude al afectado, al tiempo que implique el menor costo para el solucionador, en este caso, los y las jóvenes solucionadores.