FRAGMENTADOS EXPOSICIÓN QUE MUESTRA LA DEVASTACIÓN
05/12/2023
Fragmentados
Una exposición de Héctor Massiel en la que mostrará el paraíso devastado que es ahora Acapulco.
El pintor Héctor Massiel (Acapulco, Guerrero, 1973) presenta una serie de 21 obras recientes en las que mostrará la crueldad que dejó el Huracán Otis en ese paraíso devastado por la furia del viento.
Este artista ha dedicado en su obra mostrarnos la desolación del mundo, lo frágil del ser humano frente los designios de la naturaleza, la ciencia o el destino mismo.
Desde hace más de dos décadas explora en su pintura sentimientos, emociones y expresiones de tristeza, soledad, miedo, angustia, dolor o locura…
Una parte de las obras que se presentarán en Fragmentados hacen referencia a lo fracturado que quedó Acapulco.
La muestra se inaugurará este jueves 7 de diciembre a las 19 horas en la Galería Aguafuerte (Guanajuato 118, Roma Norte., Cuauhtémoc, 06700, CDMX).
La entrada es libre y estará abierta hasta el 29 de diciembre de 2023.
El siguiente es el texto de sala que Pilar Jiménez Trejo preparó para esta muestra.
Fragmentados
impacto de emociones
Héctor Massiel ha dedicado su obra para mostrarnos la desolación del mundo, lo frágil del ser humano frente los designios de la naturaleza, la ciencia o el destino mismo.
Un artista que explora sentimientos y emociones del ser humano, expresiones como la tristeza, la soledad, el miedo, la angustia, el dolor o la locura… pero también la fraternidad, el encuentro y la esperanza.
Héctor Massiel nació en el puerto de Acapulco en 1973, un lugar que ha marcado su obra como una fuente de información visual en el que observa el lado oscuro: la violencia, la injusticia, la inseguridad y los problemas sociales.
Instantes donde está su fuerza expresiva, el carácter, el movimiento, la espontaneidad, la gestualidad, la belleza y lo grotesco. Imágenes que presenta a modo de reflexión, denuncia o trasgresión.
Con una paleta de colores en la que los verdes, los azules, los grises y los violetas se combinan con los tierras, logra llegar a la reflexión.
Los colores neutros en proximidad con los fríos crean armonía y un contraste con temas en los que está la melancolía o la perturbación, el testimonio de las atrocidades y la crueldad como protesta contra ella.
Como Goya, Massiel retrata temas sociales en los que mezcla la crítica en escenarios de lobreguez.
Abstraído en el expresionismo alemán logra enunciar las emociones con representación subjetiva, en la deformación de los cuerpos muestra una realidad distorsionada en la que hay miseria y dolor con un toque que nos recuerda la emblemática obra El grito de Edvard Munch inspirado en su propia vida atormentada, o al austriaco Egon Schielle, obsesionado por el retrato y la figura humana con una altísima tensión emotiva junto al tema de la soledad angustiosa.
Un guiño con Giacometti que en sus esculturas de una consunción extrema está la soledad y el aislamiento del ser humano.
Massiel con un trazo ya definido, firme y libre crea colisiones visuales: junto al azul traza el naranja, o junto al violeta esboza un amarillo, o junto al verde proyecta el rojo: impacto de emoción.
“Creo que todos tenemos en nuestra mente cosas que nos gustan e inconscientemente nos dejamos llevar por esas influencias, ya sea en algún tópico o en el cromatismo.
Pero cuando las plasmamos se van diluyendo, transformando, surge algo nuestro, aflora un estilo, eso habla de la madurez del artista” advierte Héctor Massiel.
Ahora con Fragmentados nos muestra en una parte de la exposición el paso del Huracán Otis en su natal Acapulco.
Ese paraíso devastado por la furia del viento. En su estudio con el techo destruido, las puertas y las ventanas azotadas, y la mitad de su obra para esta exposición flagelada por la naturaleza, decidió reconstruir algunas piezas como arte-objeto, con fragmentos que encontró en las calles: letreros, láminas, tapaderas de tinaco, trozos de madera que arrancó el huracán.
Aquí vemos figuras alargadas, estilizadas, pero no todo el tiempo, también hay abultados cuerpos acompañados o solos en un mundo destruido y lóbrego; rostros que se diluyen como fantasmas, en un misterio donde se adivina apenas el gesto, y en ocasiones llega a la síntesis de la forma.
También están los “accidentes” controlados en una mancha, los escurrimientos que expresan tristeza y libertad a la vez.
Fragmentados hace referencia a lo fracturado, roto, quebrado, partido, dividido y destruido que quedó Acapulco.
Así se siente Massiel, así sabemos que quedó Acapulco , las familias, los amigos, los pescadores, las palmeras, los turistas, los hoteles… una mirada desolada, incrédula, en conmoción.
Pero este pintor sabe como Munch que “La muerte es el comienzo de la vida, el comienzo de una nueva cristalización” y eso también está en estas obras fragmentadas.