POR LA TERCERA VÍA, ALIANZA VA POR MÉXICO
DESDE CABINA
La opinión de Martín Espinosa 18/01/2023
Por la tercera vía
Desde hace varios meses, representantes políticos pertenecientes a la oposición han comenzado a esbozar una llamada «tercera vía» para México, la cual cobra importancia tras los recientes acuerdos logrados por los 3 partidos que conforman la Alianza «Va por México».
Y esa tercera alternativa que pugna por la reconciliación y la unidad de los mexicanos, en abierta oposición al pragmatismo de la llamada 4T que busca la confrontación y la polarización del país que nada tiene que ver con lo que ellos mismos llaman «politización», comienza a ser explorada por quienes «llevan mano» en el proceso de selección y nombramiento de los candidatos, tanto a la presidencia de la República como a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Ahí se enmarca el reciente «mensaje político» emitido el pasado fin de semana en Yucatán por el gobernador Mauricio Vila Dosal, en su Cuarto Informe de Resultados al frente del ejecutivo estatal: «Yo no creo en divisiones insuperables.
Yo creo que a los mexicanos es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Esa es nuestra principal fortaleza para salir adelante».
Y es que para nadie es un secreto que durante la administración panista de Vila Dosal, Yucatán ha logrado afrontar con éxito los daños en salud, economía y empleo que dejó la reciente pandemia de Covid-19 y llegar a crecimientos anuales de la economía estatal por encima de la media nacional y promover inversiones que hoy generan empleos mejor remunerados y combate a la pobreza.
Con la presencia de la «clase política», los dirigentes de los 3 partidos de la alianza «Va por México»: Alejandro Moreno «Alito» del PRI, Marko Cortés del PAN y Jesús Zambrano del PRD, así como de la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, de MORENA, y de dirigentes del sector privado y sindicatos del país, el gobernador yucateco hizo un llamado a «trabajar como un sólo equipo, a no meterse el pie entre políticos» y con la consigna de que «aquel gobernante que quiera tener futuro político, primero tiene que dar futuro y resultados a sus ciudadanos».
Apuntó que la mejor forma de agradecer a la gente el voto es dedicarse al trabajo y mejorar la situación, principalmente de los más pobres: «Hace poco más de 4 años, cuando iniciamos nuestro gobierno, nos propusimos implementar una forma distinta de gobernar.
Ser un gobierno humanista, abierto al diálogo y a la participación ciudadana, cercano a las personas, con honestidad, innovación, austeridad y gobernar para todas y todos, pero con una opción preferente para los más pobres». ¿Le suenan esos conceptos, estimado lector?
La defensa de los industriales
La actual presidencia de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación se ha distinguido por dos cosas: la inexistencia de interlocución con las instancias del gobierno federal a fin de que prosperen los pequeños y medianos negocios y los conflictos al interior del gremio debido a un «estilo personal de mando», caracterizado por la opacidad y violación al marco legal que regula a una de las organizaciones más antiguas y representativas del sector privado.
De ahí que resulte muy, pero muy improbable que José Antonio Centeno Reyes pueda aspirar a un segundo período o siquiera «sugerir» a un sucesor a modo.
A diferencia de otros tiempos, cuando había consenso para el cambio de presidencia, este año hay 3 competidores: dos mujeres y un hombre, destacados en su actividad pero que han sido agraviados por Centeno Reyes.
Son María Lourdes Medina, expresidenta de Mujeres Canacintra y empresaria mexiquense que renunció a finales el año pasado al acusar misoginia y discriminación; José Manuel Sánchez Carrasco, empresario de publicidad exterior y ex tesorero nacional, quien denunció el manejo turbio de recursos de Canacintra, y la presidenta de la delegación Campeche, Esperanza Ortega Azar.
Tanto Medina como Sánchez Carrasco comienzan hoy miércoles su campaña para competir por la presidencia del organismo.
Es claro que al actual presidente se le acabará «el ranchito».
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