POPULISMO EN LA ERA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL / ABOGADO NAKACHI
10/03/2025
Populismo en la era de la inteligencia artificial / #Dimittis
En los años noventa, estábamos como sociedad metidos en un problemón: el internet era un misterio que generaba más miedo que fascinación.
Se hablaba de extraños en los chats, de virus capaces de destruir computadoras, y de una red llena de peligros desconocidos.
La televisión y los periódicos advertían sobre los riesgos de esta nueva forma de comunicación, mientras las familias veían con desconfianza a aquel que pasaba horas frente a una pantalla con conexión telefónica.
Llegamos al extremo, como nos gusta a los seres humanos, de decir que el subdominio “www” estaba asociado al “666”, el apocalíptico número de la Bestia.
En esos años de liberalismo social con Salinas de Gortari, nos distraían con el cuento del “chupacabras”. Y fue todo un hitazo mediático.
Hoy, ese miedo desapareció, pero el internet no solo cambió nuestra forma de comunicarnos: también cambió la política.
Lo que antes era un espacio de información, ahora es un campo de batalla donde los populistas manipulan la opinión pública con precisión quirúrgica.
La tecnología, que prometía darnos más acceso al conocimiento, se convirtió en un arma que amplifica el odio, refuerza prejuicios y polariza sociedades enteras.
Vivimos en una era de avances tecnológicos que habrían parecido ciencia ficción hace décadas.
La inteligencia artificial está reconfigurando el trabajo, las redes sociales amplifican discursos en segundos, y el acceso a la información es más democrático que nunca.
Y, sin embargo, en una paradoja macabra, el populismo sigue ganando terreno, demostrando que, aunque la tecnología avanza, la estupidez humana sigue siendo infinita.
De qué otra forma explicarnos este siglo XXI con países donde impera la estupidez. Ya se venía anunciando desde hace décadas, por lo menos en nuestro continente con el dictador Chávez, el tirano Fidel Castro en Cuba, y el narco Evo Morales, sólo que lo veíamos lejano.
Pero el virus populista nos pegó en 2017 y millones se decantaron por un demagogo sin escrúpulos como es López Obrador. Pero qué tal, en el vox populi el idiota era Peña Nieto.
Donald Trump y el actual gobierno de México son dos caras de una misma moneda: líderes populistas que apelan a las emociones más básicas de sus seguidores, desprecian las instituciones cuando no les favorecen y construyen enemigos para mantener su base movilizada.
Ambos usan la tecnología no para informar, sino para manipular; no para educar, sino para dividir. En el siglo XXI, la lucha por el poder ya no se libra solo en mítines y discursos, transmisiones en vivo y ejércitos de bots listos para reforzar la narrativa conveniente.
En Estados Unidos, Trump ha demostrado que el populismo no necesita coherencia, solo necesita repetir mentiras suficientes veces para que se conviertan en verdad alternativa.
En México, el populismo en el poder opera de la misma forma: desde la infame mañanera descalificando a la prensa crítica, apelando al pueblo “bueno” contra una élite imaginaria, y centralizando el poder mientras finge entregarlo a las masas.
Pero la ironía es cruda: tanto en EE.UU. como en México, los gobiernos populistas han encontrado en la tecnología una aliada para la desinformación, aunque dependen de ella para sostener sus propios regímenes.
Los algoritmos premian la polarización, los discursos incendiarios generan más clics que los argumentos racionales, y las fake news viajan más rápido que cualquier intento de verdad.
La pregunta clave es: ¿cómo es posible que en una época con acceso sin precedentes al conocimiento, los populistas sigan ganando adeptos?
La respuesta es simple: la inteligencia artificial podrá superar la inteligencia humana, pero aún no puede corregir la necedad.
En el siglo XXI, la gran batalla no es solo política, sino cognitiva: mientras la tecnología avanza a pasos agigantados, una parte de la sociedad sigue atrapada en el miedo, el resentimiento y la nostalgia por un pasado que nunca existió.
El problema no es la tecnología; el problema somos nosotros.
Huroneo
Dos pruebas fehacientes y recientes de la estupidez humana.
- El gobernador Mauricio Kuri, en su cuenta de X, confirmó que el domingo 8 de marzo, asistirá al Zócalo capitalino para acompañar a la presidenta, supuestamente porque es un “patriota” (háganme el fabrón cabor). Y eso que era de los “decentes inteligentes” opositores;
- En la secta morenista, traen una fiesta para que pase la reforma contra el nepotismo. La propuesta fue hecha por la presidenta para que entre en vigor a partir de 2027. Pero. La línea dura de la secta morenista, propone que sea hasta después de 2030. En otras palabras, quieren dejarle el paso libre al plan del expresidente reculado en la chingada: que se entronice al líder del clan, Andy López Beltrán. Y no sería raro, que millones lo aclamarán.
Les digo, la estupidez humana, es infinita hasta el infinito y… más allá.
