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PAPA FRANCISCO Y LA PERSECUCIÓN SILENCIOSA DE LA IGLESIA

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Papa Francisco

Papa Francisco y la Persecución Silenciosa de la Iglesia

NAKACHI
La Opinión del Abogado Nakachi / Dimittis

27/02/2025

Mientras el mundo observa con atención la salud del papa Francisco, quien a sus 88 años sigue enfrentando complicaciones respiratorias, un fenómeno silencioso pero alarmante se desarrolla en distintos rincones del planeta: la creciente persecución contra los cristianos, y en particular, contra la Iglesia Católica.

El mundo observa con atención la salud del papa Francisco

Según el informe Perseguidos y Olvidados de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), más de 380 millones de cristianos sufren altos niveles de discriminación y violencia debido a su fe.

En algunos países, esta persecución se traduce en actos de terrorismo y asesinatos masivos; en otros, en leyes que restringen la práctica religiosa o en la represión gubernamental directa.

Más de 380 millones de cristianos sufren altos niveles de discriminación y violencia debido a su fe.

Uno de los casos más extremos se vive en Nigeria, donde grupos extremistas han convertido a los cristianos en blanco de ataques sistemáticos.

En China, las restricciones gubernamentales contra las iglesias han alcanzado niveles preocupantes, con el control absoluto de la práctica religiosa por parte del Estado.

En India, el hostigamiento y la violencia de grupos radicales han puesto en riesgo la seguridad de comunidades enteras.

América Latina tampoco es ajena a este fenómeno. Nicaragua, bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha intensificado la persecución contra la Iglesia Católica.

En noviembre pasado, el obispo Carlos Enrique Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, fue desterrado por el simple hecho de criticar a un alcalde sandinista.

Obispo Carlos Enrique Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua

Se suma a la larga lista de religiosos exiliados, encarcelados o silenciados por un gobierno que ve en la Iglesia una amenaza a su poder.

Mucha gente se pregunta, el porqué de esta cristiada latinoamericana en el siglo XXI. La respuesta está en el terreno político: el tirano sabe que después de la fe, no hay otro escalón de resistencia cívica.

Intentan arrebatarle a su pueblo lo que muere al último en el ser humano en estado lamentación: la esperanza de un mejor mañana. La aplanadora de la dictadura va por todas las canicas, así sin piedad alguna.

Esos que prometieron un cambio social en 2007, hoy tienen estrangulado a un pueblo entero. Nos debería de sonar a los mexicanos.

En este contexto de persecución y resistencia, la figura del papa Francisco cobra especial relevancia.

A pesar de su delicado estado de salud, el pontífice ha seguido trabajando desde el hospital, firmando decretos y realizando nombramientos.

Según el último parte médico, su inflamación pulmonar muestra una evolución normal y su insuficiencia renal leve ha desaparecido. Sin embargo, sigue bajo supervisión y recibiendo oxígeno.

Pero Francisco no solo ha enfrentado desafíos externos; también ha sido una figura incómoda dentro del propio Vaticano.

Como señala Bernardo Barranco, su insistencia en una Iglesia cercana a los pobres, su crítica al clericalismo y su postura reformista han generado resistencias en sectores tradicionales de la Curia Romana.

Su origen argentino también ha sido un factor en la manera en que algunos dentro de la estructura eclesial han intentado minimizar su liderazgo, en contraste con la influencia de papas provenientes de países con mayor tradición en la jerarquía católica, como Italia o Alemania.

Sin embargo, reducir la oposición al papa a un conflicto con “las élites” sería simplificar demasiado la situación.

Si bien algunos cardenales han intentado desacreditarlo o frenar sus reformas, también ha recibido críticas desde sectores progresistas que consideran que sus cambios han sido tibios o insuficientes.

Un servidor mismo, reclama su silencio ominoso ante la persecución cristiana en Nicaragua, Venezuela y Cuba.

Su recuperación es esperada con esperanza por millones de fieles, pero la Iglesia no puede permitirse ignorar la crisis que enfrenta en muchas partes del mundo.

La persecución religiosa es una realidad que avanza en silencio, lejos de los titulares principales, pero con consecuencias devastadoras.

Y mientras el papa lucha por su salud, la Iglesia sigue enfrentando una batalla más grande: la de su propia supervivencia en regiones donde ser cristiano se ha convertido en un riesgo mortal.

Huroneo

Arzobispo, Víctor Sánchez y el sacerdote Hugo Corona

Voy de lo global a lo local. Mientras Francisco se debate por su vida en Roma, en Puebla, su arzobispo, Víctor Sánchez, nos informa con gran solemnidad que, tras una doble cirugía de rodilla en Guadalajara, ha regresado a casa.

Vaya noticia de Estado. Mientras, el clan de don Víctor y su inseparable compadre, el sacerdote Hugo Corona, segundo al mando en la arquidiócesis, párroco del Perpetuo Socorro donde con un módico “donativo” todo sacramento está al alcance sin importar su credo ni condición civil, sigue asegurándose de que la jerarquía poblana continúe en su modo de hibernación perpetua.

Ya suman más de cien años de pastores cortados con el mismo molde (solo hay que quitar el efímero paso por Puebla en 1977 de don Ernesto Corripio Ahumada), dirigiendo la diócesis como si fuera un feudo familiar.

¿Se imaginan el espectáculo cuando finalmente lleguen los aires de cambio y esta cloaca se destape? Vayan preparando el vinagre, incienso y pan ázimo, porque cuando eso pase, el hedor será memorable.

https://twitter.com/Nakachi_Mx

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