LOS SECRETOS DE LOS MILITARES, LUMINISCENCIA
LUMINISCENCIA
Opinión 11/10/2022
Los secretos de los militares
El hackeo del que fue objeto la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es tema muy grave. Por un lado está el hecho de que un grupo de activistas, autodenominado “Guacamaya Leaks”, haya logrado vulnerar la seguridad cibernética del Ejército mexicano. Un hecho sin precedentes.
Pero por otro lado, está el delicado contenido de los más de 4 millones de documentos que forman parte de los seis terabytes de información filtrada por los hackers, que ponen al descubierto algunos de los más oscuros secretos de los militares en México.
Y es que en los documentos contenidos en los famosos “Sedenaleaks”, se habla de todo y eso que apenas estamos conociendo algunas partes obtenidas por diversos periodistas: espionaje de funcionarios públicos (incluidos gobernadores, alcaldes, legisladores) así como opositores y activistas; venta de armas a la delincuencia organizada, asistencia en asuntos personales de la familia del Presidente y temas relacionados con su salud, así como abusos y practicas de tortura al interior de la institución.
La bomba le explotó a la Sedena en uno de los momentos más complejos del presente sexenio, sobre todo tras los recientes señalamientos de la participación de militares en la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Y ahora, tras este hackeo en el que la Secretaría de la Defensa Nacional estaría confirmando la existencia de narcogobiernos en el país y los nexos de algunos miembros de la Guardia Nacional con el Cártel Jalisco Nueva Generación; la imagen de militarismo en México se encuentra un punto de crisis.
Por si esto fuera poco, algunos especialistas en temas de seguridad como el periodista Raymundo RivaPalacio, han venido registrando un aumento de tensiones entre los altos mandos militares y el gobierno de López Obrador, quien además de tenerlos atados de mano el tema de las operaciones contra el narcotráfico, ha caído en el uso discrecional de elementos de la Sedena para temas personales (como brindar seguridad a sus familiares) y ha omitido la defensa pública de los militares por el caso Ayotzinapa, como acostumbra hacer con sus más cercanos colaboradores envueltos en escándalos.
Estos secretos relevados por Guacamaya Leaks son solo la punta del iceberg. Sin embargo, lo expuesto hasta este momento confirma el deterioro institucional que vive nuestro país, la ingobernabilidad que priva en distintos puntos del territorio nacional, la colusión y corrupción en las más altas esferas del actual gobierno, la influencia de los grupos de la delincuencia organizada en las decisiones políticas y el poder de los militares, que por cierto hoy administran aduanas, puertos y que son los contratistas consentidos de este gobierno mexicano.
El riesgo de vivir en un país en donde se espía a los ciudadanos, en donde no existe Estado de Derecho, ni el respeto de las garantías fundamentales; es muy alto. Una Nación en la que el poder civil se encuentra subordinado al poder militar, es una Nación en la que la población está condenada al abuso de poder, en total desamparo.
Mientras tanto el sueño de aspirar a una democracia representativa se esfuma conforme avanza esta administración. Tiempos muy difíciles los que vive nuestro México.