LA SABIDURÍA DE LOS MAYAS, UNA CULTURA MILENARIA
DESDE CABINA
Cobertura especial de Martín Espinosa
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La sabiduría de los Mayas
El próximo sábado 14 de octubre, Yucatán será testigo del eclipse anular solar más importante de los últimos 4 siglos; un acontecimiento astronómico que por su relevancia atrae a miles de turistas y expertos en la materia que podrán observarlo en las principales zonas del Estado, sobre todo aquellas donde se asienta un cultura milenaria: la Cultura Maya.
El siguiente eclipse solar de tal importancia para la ciencia podrá verse en territorio mexicano hasta el año 2056.
Los mayas, grandes observadores, profundizaron su conocimiento en los ciclos de la naturaleza y – sobre todo – celestes y lograron una alta precisión para predecir los eclipses de hasta 55 por ciento, pero no siempre podían comprobarlo en virtud de que los lugares donde se ven están determinados por la rotación de la Tierra.
Dentro de su enorme cosmovisión de las cosas, los eclipses eran «interpretados» por algunos pueblos mayas como presagio de «cosas malas». Los eclipses, tanto lunares como solares, despertaban sentimientos de miedo o preocupación, ya que existía incertidumbre sobre la integridad de los astros que le daban luz y vida a la Tierra.
Pensaban que los orígenes de tales acontecimientos astronómicos tenían que ver con animales míticos, salvajes y malos, que querían comerse a los astros del día y la noche.
A estos animales se les denominaba «Xulab», tal como lo propios mayas llamaban a Venus porque lo veían como «el amante» de la Luna que intenta comerse al Sol y causa los eclipses.
Los mayas pensaban que los astros tenían una relación en donde la finalidad era juntarse por la atracción que se tenían. Creían que en los eclipses el Dios moría, por lo que su método de defensa era hacer una pintura que tenía como fin recrear de manera simbólica la imagen del Sol que estaba desapareciendo para después hacer un ritual que ayudaría al Sol a surgir nuevamente de la oscuridad.
Por ello, cuando se producía un eclipse, entre los mayas yucatecos del siglo XVII era común hacer ruido para ayudar al astro rey en su tránsito por la oscuridad con objetos como latas, metales o maderas.
Esta práctica era muy común tanto en Yucatán como en Campeche y Quintana Roo y hoy día se sigue haciendo en muchas comunidades mayas de la Península de Yucatán.
Una anécdota para revelar lo que aún, en plena actualidad, sigue prevaleciendo en las profundas creencias de las comunidades mayas del sureste del país:
En el eclipse total de Sol de 1991, en Maxcanú – municipio localizado al poniente de Mérida – las mujeres no hicieron tortillas ese día, ya que pensaban que si lo hacían las piedras del fogón quedarían suaves desencadenando un mal augurio.
Y los hombres ese día no fueron a la milpa a sus cosechas ni a cazar pues creían que los animales podían tomar actitudes salvajes y herir a alguien.
Cuando este sábado ocurra el inicio del Eclipse Anular de Sol a las 9 de la mañana con 3 minutos y alcance su máximo a las 11:59 hrs., pensemos por un momento en lo que experimentaron aquellos pobladores hace 400 años cuando observaron el mismo fenómeno astronómico en estas tierras del Mayab. Algo fascinante, sin duda.
Este portal -La Evidencia News – será testigo de tal acontecimiento el próximo sábado desde Uxmal (del maya-yucateco Óoxmáal: «Tres veces construida»), Yucatán, sitio de uno de los asentamientos de mayor esplendor del período clásico maya del siglo VII junto con Chichén Itzá y Tikal, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
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