LA POESÍA EN VOZ ALTA, COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS
CULTURA SOBRE RUEDAS
La Poesía en voz alta, como en los viejos tiempo regresa a Casa del Lago
El tema para el 2022: En el cuerpo se hace el tiempo
Tras dos años en los que la pandemia orillo a todas las actividades masivas y presenciales a realizarse de manera virtual, y fue la cultura la que ayudarnos a sobrevivir desde casa a través de la lectura, la música, las artes visuales o el cine, en esos tiempos aciagos; por fin las actividades culturales vuelven a las calles, los parques y los recintos.
Ahora toca el turno al Festival de Poesía en Voz Alta que regresa de manera presencial a su Casa del Lago de la UNAM. Del 11 al 13 de noviembre se volverá a escuchar la poesía en todas sus manifestaciones -palabra, música, danza, artes visuales, etcétera- bajo el lema «El cuerpo se hace tiempo».
La programación enumera más de una decena de acciones en las que hay talleres, instalaciones, conciertos, charlas con poetas, bailarines, músicos, artistas visuales, creadores todos provenientes de países como Italia, Perú, Canadá, Japón, España, República Dominicana, y de distintas ciudades de México.
«El tiempo, durante dos años de desocialización y pérdidas propias o ajenas, nos forzó a observar nuestro cuerpo y a preguntarnos cuántos cuerpos nos habían abandonado, si seguíamos aquí, ¿qué era distinto?, ¿padecíamos o disfrutábamos? Otras veces, hartos de esa compañía incesante ignoramos la idea del cuerpo.
«Algo es cierto: el mundo es un cuerpo inmenso y extraño, el mundo es un sistema armónico de resonancias. Por eso, nada se mantuvo en silencio todo este tiempo. La poesía siguió sucediendo.
La poesía cambió de formas, hizo que el cuerpo estuviera a merced de su discurso, vio lo horrible, vio lo inmenso, hizo música y siguió hablando los idiomas originarios, habló como mujer, habló como trans, como hombre, como animal y como un ser en el que todo se conjunta. La poesía permitió la posesión y la apertura de otros mundos. Conjuró, siguió y seguirá conjurando.
La muestra de artistas este año para Poesía en Voz Alta tiene estas premisas: podrán sentir la poesía en acción, como una buena enfermedad que ocupa el cuerpo de otras disciplinas (…) Este año, ya fuera del mundo virtual, volveremos a encontrarnos», reflexiona en el texto de presentación Clyo Mendoza, escritora y poeta oaxaqueña, y ahora la curadora invitada de Poesía en Voz Alta, 2022.
Viernes 11 de noviembre
Entre las actividades que destacan para estos tres días la fiesta de la poesía inicia el viernes a las 16 horas con el taller «Del Hip al Hop», impartido por La Cuervo; dirigido a niños y niñas de 9 a 12 años y a adolescentes de 13 a 16 años, se trata de un laboratorio/taller en el que, a partir del juego, de diversos elementos del clown y de la cultura hip-hop, se generará un espacio de reflexión en torno a las problemáticas que permean y afectan directamente a las adolescencias, buscando nombrarlas y plasmarlas en un producto artístico.
Un espacio de aprendizaje y confianza que fomenta la creatividad en libertad y el pensamiento crítico.
A las 17 horas el espectáculo: Tïkëëk kojpk – 3 Montaña presentará el proyecto sonoro-interdisciplinario en el que la lengua del pueblo ayuujk -Oaxaca- suena; los sones y melodías tradicionales, que históricamente se han tocado con instrumentos de cuerda y viento, se fusionan con sintetizadores y sonidos electrónicos; la palabra en forma de poesía, slam, rap, canto y el mismo silencio invocan espíritus de animales que se manifiestan a través de una danza-ritual.
Mediante este proyecto, la agrupación Kujipy, conformada por Luis Enrique Martínez Gómez y Misael Jiménez Díaz, presenta su Lengua, música y danza desde las montañas Mixes.
El programa cierra a las 20:00 horas a cargo de canadiense Sarah Davachi, Electronic set; dedicada a la composición y experimentación de música electroacústica, inspirada en los estilos minimalistas de las décadas 1960 y 1970, explora la psicoacústica de los espacios auditivos íntimos, utiliza duraciones extendidas y estructuras armónicas simples para enfatizar las variaciones del sobretono, el temperamento, la entonación y las resonancias naturales.
Sábado 12 de noviembre
El taller inicia a las 12 del día con Poesía para niñas y niños – que sepan escribir de forma autónoma-: entre el espacio y el ciberespacio. Impartido por la mexicana Lorena Salcedo, en el que el juego será encontrar palabras para crear poemas viajando entre el espacio y el ciberespacio. El final será la creación de un poema que desafíe los límites del lenguaje escrito y gráfico.
El sábado a las 16 horas La Cuervo (MX) y Yaissa Jiménez presentarán el espectáculo «Palabra viva» HIPHOP /SLAM/ PERFORMANCE, un presentación de rap y spoken word acompañadas por un DJ con tornamesas y loops Jiménez y La Cuervo, con sus raíces del trópico y la negritud en la sangre, van a contarnos sobre el cuerpo sexualizado, el ser mujer y encarnar lucha, sobre el cuerpo que resiste y que padece, pero que también disfruta, asumiendo y sosteniendo la pulsión más primaria de la vida y, con ella, a la vida misma.
A las 17 horas el performance «Puñaladas», Lechedevirgen Trimegisto va a mostrarnos el cuerpo diseccionado mucho más allá de la carne y la poesía transmutativa, el trance que vuelve al cuerpo una entidad desapegada; una pieza clave para concebir los devenires de la disidencia sexual y los activismos cuir en México.
Puñaladas expone la crudeza en torno a los crímenes de odio cometidos en el país y reflexiona sobre el papel del arte en un contexto en el que el 24.3% de los asesinatos por lgtbfobia son cometidos con armas punzocortantes.
Domingo 13 de noviembre
A las 16 horas la escritora y performancera dominicana Johan Mijail, presentará: «Santa Marta y sus vueltas. Santería para un travestismo cultural», en donde el cuerpo invocativo, la estrecha relación entre palabra y conjuro, los dioses primordiales de los primeros humanos serán llamados por las voces poligénero de los muertos.
Más allá del aspecto religioso, la santería dominicana funciona como una potencia y un archivo de resistencia negra en el Caribe, esto porque es capaz de desdibujar el horizonte del proyecto de blanquedad propuesto por la modernidad colonialista.
La función se centrará en la reina dominadora, Santa Marta, para inventar un habitáculo de resistencia travesti afrodominicana.
Una de las instalaciones que se podrá ver durante los tres días será la de la japonesa Aki Inomata, con sus piezas «Galloping Nambu breed horse» y «Think Evolution #1: Kiku-ishi (Ammonite)». El primero trata del caballo nambu una raza exclusiva de Japón que ahora está extinta. Este trabajo de animación, representa al caballo nambu resucitado como una escultura de hielo que corre por un campo nevado.
El semental nambu se ensalza en el Gosen Wakashu, una antología de poesía waka del siglo X (período Heian). Hay pocos registros existentes de estos caballos, pero basándose en el esqueleto del último caballo nambu, conservado en la Escuela Secundaria Agrícola de Morioka, la artista creó doce esculturas, las reprodujo en 3D y las congeló para formar témpanos de hielo alrededor de su superficie, resucitando así a la raza nambu como caballos blancos translúcidos con finas capas de hielo.
«Galloping Nambu breed horse» es también un homenaje a las innovadoras fotografías de caballos en movimiento del fotógrafo e investigador británico, Eadweard Muybridge, que consisten en una serie de tomas en rápida sucesión, que fueron fundamentales para el posterior desarrollo del cine.
En cuanto a «Think Evolution #1: Kiku-ishi (Ammonite)» se trata de un video en el que la artista registró un encuentro entre un pulpo y el molde de una concha de amonite hecha de resina recreada a partir de los datos proporcionados por una tomografía computarizada de un fósil.
«Este año, en pleno 2022, todavía no sabemos si estamos dentro del cuerpo o si nosotros somos el cuerpo, no sabemos qué esconde la intimidad de nuestra materia, pero nuestra respuesta pretende que se sigan haciendo más preguntas. Poesía, música y performance se reúnen otra vez, teniendo el cuerpo como premisa, como entidad de acción y enunciación.
La vida está donde está el cuerpo, todo lo demás viene con ella», advierte Clyo Mendoza.
La Poesía en voz alta que crearon Jaime García Terrés, Héctor Mendoza, Octavio Paz y Juan José Arreola hace más de 60 años.
En tiempos adversos para los presupuestos culturales, viene a cuento recordar, como se señala en la Enciclopedia de la Literatura en México, el auge en el que nació el concepto de «Poesía en voz alta» en 1956, bajo los auspicios de la Dirección de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, a cargo del editor, diplomático, ensayista, cronista, traductor y poeta mexicano Jaime García Terrés y bajo la coordinación del Teatro Universitario del dramaturgo Héctor Mendoza.
La idea consistió en organizar una serie de lecturas de poesía, para lo cual se buscó la participación del poeta Octavio Paz y del cuentista Juan José Arreola; quienes fueron los primeros directores literarios del grupo; más tarde se les sumarían Antonio Alatorre y Margit Frenk; Elena Garro, León Felipe, Carlos Fuentes, Diego de Meza, Sergio Fernández, José de la Colina, José Emilio Pacheco, Juan García Ponce, María Luisa Mendoza y Alfonso Reyes, entre otros escritores.
Para realizar el proyecto, el grupo se propuso escenificar la poesía y darle un espacio poético al teatro. Así, mientras Octavio Paz terminaba de escribir La hija de Rappaccinni (una de las piezas que integraron el segundo programa del grupo), Arreola armó el primer programa, compuesto por las siguientes obras: la Égloga iv, de Juan de la Encina; La farsa de la casta Susana, de Diego Sánchez de Badajoz, y cuatro obras cortas de García Lorca (La doncella, el marinero y el estudiante; El paseo de Buster Keaton; Quimera y El niño y el gato).
De esta selección –mezcla de lo más antiguo del teatro español con la vanguardia surrealista del teatro de Lorca– surgen las primeras características de Poesía en Voz Alta, establecidas por Arreola en el programa de presentación de esta primera puesta en escena: la primera intención era llegar a la esencia de la palabra hablada.
Se sumaron también el goce lúdico, la introducción de elementos inesperados que rompían con la solemnidad y rigidez del teatro nacional; se creó una escenografía y un vestuario poco usuales para la dramaturgia nacional y, con la participación de músicos, pintores y artistas, se logró algo que –para muchos– significó el nacimiento del teatro experimental mexicano- Uno de los principales escenarios para esas tertulias fue precisamente la Casa del Lago.
Desde sus inicios «Poesía en voz alta» ha buscado ser un espacio libre y experimental que permita a los artistas intervenir como autores, con todas sus posibilidades creativas e imaginativas.
