LA NOCHE TRISTE DE LÓPEZ OBRADOR / OPINIÓN DEL ABOGADO NAKACHI
La noche triste de López Obrador / #Dimittis
Desde hace meses advertí en esta columna que en el ocaso de su gestión, al presidente de México, se le vendría un tsunami de realidad que lo arrollaría.
Si desde Luis Echeverría (70-76) hasta Peña Nieto en 2018, ninguno de los exmandatarios ha superado con firmeza la prueba del último año de gobierno. No veo por dónde el mentiroso de López Obrador, podría hacerlo.
Vale la pena recordar dónde y cómo comenzó la caída de AMLO. 12 de junio de 2023, Xóchitl Gálvez acudió a Palacio con amparo en mano para exigir su derecho de réplica, toda vez que el presidente afirmó con la lengua viperina que le distingue, que ella votó en contra de la pensión de los adultos mayores.
Al final, el presidente no le abrió la puerta de Palacio. No olvidemos este punto que es toral en medio de la coyuntura actual.
Ahora bien, el fenómeno de la Marea Rosa que vimos desplegarse el pasado domingo en el Zócalo capitalino junto a decenas de ciudades en el interior de la república más otras en el extranjero, evidencia que México despertó. La ciudadanía luchará con todo por defender la República y la democracia.
La Marea Rosa rebasó las expectativas de sus organizadores. Con aprendizaje kinestésico, los ciudadanos hicieron propio lo que Xóchitl tanto ha insistido: “Por un México sin miedo, ¡atrévanse! “
Como en un relato de ficción, ayer los ciudadanos enfrentamos todo tipo de dramas al estilo del viejo PRI echeverrista: un Zócalo acordonado por vallas para darle forma al montaje del plantón de la “CNTE”; las devotas leales del demagogo de Gobernación, Educación Pública y su regente porro sin pudor en su intento por boicotear y amedrentar; qué decir de los “periodistas” filtrados afines al régimen.
Al final superar el drama se tradujo en una satisfacción colectiva que siempre es adictiva. Quien prueba el “éxito”, quiere más.
Pese a la tensión, se izó la bandera nacional en el Zócalo, los discursos de Taboada y Xóchitl enchinaron el corazón de la concurrencia y por la noche la señora Gálvez coronó la jornada con un nocaut definitivo a la candidata de las mentiras.
Para los que tanto criticaron a Gálvez de no dar nocaut a Sheinbaum en los debates pasados, dos golpes en el tercer debate fueron letales. No solo a la “científica” sino al populismo obradorista:
1.- Cito a la propia Xóchitl: “La dos tuvimos un encuentro con el Papa Francisco. ¿Le contaste a su Santidad cómo usaste a la Virgen de Guadalupe en una falda a pesar que no crees en ella ni en Dios? … Tienes derecho a no creer en Dios, es un tema personal, a lo que no tienes derecho es a usar la fe de los mexicanos como oportunismo político. Eso se llama hipocresía.”
En un país con mayoría creyente de la fe católica, esto fue un dardo envenenado al corazón de la secta. Si MoReNa nació bajo la patraña fundacional del supuesto fraude electoral de 2006, autoproclamándose la “esperanza de México” junto a su “mesías redentor” y esto le rindió bonos, quitarle la máscara a la farsante que insiste en ponerle segundo piso a tanto engaño no es cosa menor.
Este agravio no lo va a olvidar la gente. En el país aún conservamos algo de pudor en respetar a la Virgen Morena. La misma imagen de la que se colgó la de origen judío para engañar a cientos de incautos.
2.- La acusación a MoReNa sobre su relación con el crimen organizado, y en particular de su presidente nacional, Mario Delgado que formó asociación con el ya fallecido, Sergio Carmona, el llamado “Rey del Huachicol” no podemos ignorarlo. Y peor aún para la pandilla de la secta, su líder nacional está bajo investigación en EE. UU. por sus vínculos criminales.
En un país medianamente democrático, esto sería un escándalo. Sólo que no lo es, otro rostro de la herencia de López Obrador.
¿Le daría usted su voto a un narcopartido?
Urge ponerle orden a este país y movernos en un Estado de Derecho donde la Ley sí sea la Ley. Es más que obvio que ese no es el proyecto que abandera la gélida candidata de las mentiras.
Como dijo en su discurso en Puebla el candidato opositor al gobierno del Estado, Eduardo Rivera Pérez: “La próxima marcha es de tu casa hacia la casilla donde te toca ejercer tu derecho a votar.
El dos de junio, 20 minutos de tu tiempo te costará participar en la elección más grande de la historia, donde los mexicanos definiremos el destino del país para las próximas dos décadas.”
Ayer palpé el pulso social de este México tan lastimado, que se mostró digno para arengar, ¡ya basta! por tanta felonía que este grupo en el poder le ha propinado. La fuerza de esta marea ya nadie la detiene. Y en Palacio están encendidas las alarmas.
Lo comprobé aún más cuando por la mañana del lunes 20 de mayo, en su reality el mandatario, desencajado, furioso y desvelado, salió a defender a sus hijos para decirnos que no son corruptos.
Este señor en serio piensa que vivimos en los años setenta y que a todos los mexicanos nos ha chupado el cerebro.
19 de mayo de 2024, quedará marcado como el día negro del lopezobradorismo.
Pese a sus triquiñuelas, los ciudadanos salimos a defender la República y la democracia. Ya probamos (me incluyo) que unidos, participando somos una fuerza incontenible. Así es en la democracia.
Esa que tanto abomina el aspirante a tirano, López Obrador. Al que por cierto, hay que advertirle, que le vienen más noches de insomnio.
El tsunami rosa lo va arrastrar el dos de junio en las urnas. Como pasó con López Portillo, en la recta final de su desastroso gobierno, esta fue la noche triste y el comienzo de muchas que le vienen hasta el 30 de septiembre, cuando el primero de octubre, Xóchitl Gálvez, ya como presidenta constitucional de México, abra desde el interior la puerta de nuestro Palacio Nacional.
Huroneo
El demagogo desde su púlpito apostó por intoxicarnos hasta el hartazgo que este arroz ya estaba cocido.
Pues no le midió el agua y tanta se le hizo engrudo. Queda comprobado que el peje por su propia lengua cae. ¿O cómo era?
