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COMO ANILLO AL DEDO

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COMO ANILLO AL DEDO, LE QUEDO AL PRESIDENTE LA DESGRACIA

NAKACHI

DIMITTIS

La opinión del abogado Rolando Nakachi

18/09/2023

Como anillo al dedo

Cuando llega el tiempo en que se podría es que ya pasó el tiempo en que se pudo. Cuando pudo no quiso porque se perdió en la parafernalia del poder.

El inexorable tiempo con la historia juzgará si en realidad no se perdió y el plan original sí fue la perpetuidad en el poder pero de nuevo, como en 2006 para fortuna del país,  el mismo López Obrador le puso el pie a López Obrador.

Cuando al mundo le cayó la pandemia más atroz en un siglo y México necesitó un estadista, respondió con la espiritualidad de todo líder religioso: la fuerza de un Detente. Esa creencia no evitó el casi millón de caídos mexicanos que llevará tras sus espaldas.

Presume AMLO sus amuletos, cartones de Daniel Camacho

Lleno de soberbia aseveró que la pandemia le había caído como anillo al dedo. Que en las próximas  elecciones a la hora de sufragar la gente agraviada lo tenga presente.

Entre las más de cien mil mentiras acumuladas, el embustero oficial ha dicho que recibió un país en ruinas. Lo indiscutible es que recibió un país estable en todos los sentidos. Llegó con un capital político inmenso.

Con una legitimidad incuestionable. Quizá ese fue el problema: en la victoria electoral, nadie le dijo qué seguía al incapaz y eterno candidato de oposición. O si lo hubo, no los escuchó. O si los escuchó, los corrió o traicionó. Nada extraño, así ha sido su historia.

No hay que dejar de señalar la ironía en la vida política del demagogo: celebrado el pacto de impunidad con Peña, el mexiquense abandonó el cargo desde la elección de 2018 y así con la insolencia de los tiranos, el presidente electo canceló el proyecto del aeropuerto en Texcoco.

El ex presidente Enrique Peña Nieto y el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Cuando termine la tragedia obradorista y comiencen las explicaciones del porqué el fracaso, allí está la punta del hilo en esta madeja de demagogia, odio y corrupción.

Contra las cuerdas, desesperado y dejando fuera al poder judicial y a la presidenta del Congreso de las fiestas patrias,  en pleno desfile de Independencia, el alucinado nacionalista le volvió a dar otra puñalada a la república: invitó a desfilar a una escolta de soldados rusos.

Se quitó la máscara de demócrata que hace días lució en Sudamérica para dejarnos ver su rostro de aliado del dictador ruso Putin.

Ayer en la ceremonia del Grito, al lado de la bolivariana radical, casi se cuelga de las campanas como queriendo pausar  el tiempo.

Cuando pudo servirle al pueblo mexicano, no quiso porque apostó a la perpetuidad, según él y su amigo imaginario era cosa asegurada. No contó que el pueblo de México lo formamos más de 30 millones de votantes.

El país de habla hispana más grande y habitado del planeta lo formamos más de 128 millones de mexicanos. ¿Por qué nunca lo entendió?

Desde los tiempos de López Portillo, con la algarabía del sueño petrolero, no habíamos tenido un presidente con tanto poder político para definir el rumbo del país.

Ese López del siglo pasado que tuvo todo para sacudirnos el tercer mundo, heredó una de las crisis económicas más trágicas en la historia de este país.

No tengo duda que el López de siglo XXI va en la misma ruta, pero con otro matiz más peligroso: se ha dedicado a echarnos a pelear los unos a los otros y nos ha dividido como nadie en nuestra vida de país independiente.

AMLO nos ha dividido

En 2018 la incipiente democracia mexicana eligió a un embaucador. López Obrador se valió del engaño para timar a una nación. Mas hay que subrayarlo: si el mentiroso pudo ejecutar el fraude fue porque la candidez de los engañados se lo permitió. Así se formó un vínculo patológico.

Los seducidos arrogantes, jamás reconocerán que les vieron la cara. El engañabobos populista, con la precisión de todo defraudador no tendrá deparo ni pudor en cambiarse de piel cada vez que sea necesario.

Nos perfilamos al fin de este sexenio de terror para el país y sus instituciones. No así para los paleros, corifeos, y comisarios del régimen.

Acudo a la historia reciente de este país. Ni Fox, Calderón y Peña pudieron salir victoriosos en su último año de gobierno, no veo por dónde el qué ya se va pueda capotear la avalancha de realidad mezclada con el desencanto de sus falsas promesas.

En septiembre de 1982, en plena crisis política y económica por su ineptitud y corrupción, López Portillo para salvar el pellejo histórico y político buscó un culpable.

Lo halló muy cerca. Si el gobierno le debía a los banqueros privados, les respondió con la nacionalización de la banca y el control de cambios. Dicen que la decisión la tomó un fin de semana en Ixtapa Zihuatanejo meditando con el mar. Así nos fue a toda una generación de mexicanos.

¿A quién culpará López Obrador de la crisis fiscal en la que ya metió a este país?

¿Qué hará cuando al entregar la banda presidencial a la candidata de oposición, ésta en su discurso de toma de protesta, igual que él hizo con EPN cuando lo tuvo a tiro de piedra para mofarse de sus reformas estructurales, le escupa en la cara que se va el gobierno más corrupto, violento e inepto de la historia?

Dos Bocas, el Tren Maya y el AIFA habrán sido un despilfarro inservible y destructivo. ¿A quién culpará AMLO?

¿Del fracaso de su política de abrazos y no balazos?

¿Del supuesto rescate de la soberanía de PEMEX? ¿A quién le echará la culpa?

Al presidente se le agotó el tiempo y es tan predecible que seguro ya sabemos las respuestas.

Se le escurre el tiempo  en las manos y le viene el compromiso electoral del próximo dos de junio. Ya leyeron que no ganan por la buena.

Por eso su desesperación contra Xóchitl Gálvez. Ahora él sí desearía que le llegara de nuevo otra pandemia para confinarnos y decirnos que le cayó como anillo al dedo para eludir la elección y garantizar la excepcionalidad del Estado.

Suena bien, sólo que el Señor Cronos tiene otros datos y a diferencia de AMLO, éste sí es preciso y exacto.

Huroneo

En 2017, el periodista Jorge Ramos Ávalos , entrevistó a López Obrador (https://youtu.be/ChR8O99feO4?si=Y58zMcZQQw5N7-nw).

Entre las cientos de mentiras que dijo el entrevistado, sobresale una que llama la atención en el ocaso de su gobierno. Prometió crear las condiciones jurídicas para juzgar a EPN por supuestos actos de corrupción.

Para 2023 el más felizfelizfeliz del sexenio obradorista es el Lic. Peña Nieto porque él también tiene otros datos y a él sí la llegada al poder  de AMLO  le cayó como anillo al dedo para seguir impune.

https://twitter.com/Nakachi_Mx

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