CAMPAÑA NEGRA CONTRA LA ALIANZA VA POR MÉXICO
DESDE CABINA
La opinión de Martín Espinosa
31/03/2023
Campaña negra «Totalmente Palacio»
La orden tajante retumbó en los muros cargados de historia de Palacio Nacional: «Desfonden a la Alianza a como dé lugar».
Y de inmediato los «operadores políticos» de la 4T se pusieron a trabajar a todo vapor. Idearon la especie de que Alejandro Moreno «Alito» traicionaría a la coalición anunciada a principios de este año rumbo a las elecciones tanto de Coahuila como del Estado de México y las presidenciales del año próximo al igual que para la Jefatura de Gobierno de la capital del país, además de que «estaría buscando aliarse a una de las ´corcholatas´ presidenciales, el tabasqueño Adán Augusto López Hernández, hoy Secretario de Gobernación.
No es coincidencia que en las últimas semanas, en varias columnas de los diarios nacionales hayan aparecido «versiones» y «filtraciones» desde las más altas esferas de la política en el sentido de que la alianza «Va por México», que conforman el PRI, PAN y PRD, «tendría los días contados».
Es más, han llegado a «inventar» que «Alito» Moreno «ya está cansado de ser oposición» y que pronto «tirará la toalla» para apoyar a MORENA en su afán por ganar de nuevo las presidenciales del 2024.
Nada más falso que eso. Obvio es que dichas «filtraciones» por parte de los «operadores políticos» de López Obrador tienen la finalidad de «crear un ambiente de confusión» entre los miembros de dicha alianza, pero – sobre todo – hacerle ver a los dirigentes y simpatizantes panistas y perredistas que con el líder nacional del tricolor «no tienen a un aliado confiable».
La estrategia mencionada habla de varias cosas. Primero, del alto nivel de nerviosismo que existe al interior de la cúpula morenista que observa, con mucha preocupación, cómo va mermando su capital político tanto en la Ciudad de México, otrora bastión de esa «izquierda», como a nivel nacional donde las distancias con la oposición se acortan ante la mala gestión tanto de sus principales «figuras» a nivel federal como locales.
En segundo lugar, desviar la atención de los errores cometidos por la administración federal tanto en materia de seguridad como de política migratoria con Estados Unidos, como quedó comprobado con la trágica muerte de 39 migrantes en instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez.
Es decir, recurrir a la famosa «caja china» – recurso que siempre le ha servido a los gobiernos – para quitarse «el golpe» de las responsabilidades cuando ocurren fracasos políticos como hoy se observa en varias regiones el país.
Y, finalmente, «calentar» el ambiente preelectoral en México a poco más de un año de las elecciones federales que serán – en toda la extensión de la palabra – un referéndum, una evaluación, del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Por ello, la «prisa» que muestra desde hace varios meses el titular del Ejecutivo para que la oposición «destape» a sus «corcholatas», al grado de que él mismo se ha convertido en el «destapador» – incluso – de los candidatos de la oposición. Algo que no se observaba desde hace varias décadas en la historia política del país.
Es decir, que López Obrador pretende «llevar todas las riendas» de la sucesión del 24 para arrebatarle a la alianza la posibilidad de competirle a su gobierno.
De tal manera que lo que hoy se observa en la vida pública del país es la puesta en práctica de esa vieja estrategia de «divide y vencerás» y, para ello, el gobierno recurre a la «campaña negra», plagada de mentiras, para crear desconfianza y generar confusión entre simpatizantes y dirigentes de los partidos de dicha coalición opositora con el fin de dividirla de cara a las próximas elecciones tanto locales como federales.
En la oposición está el no caer en ese juego.
