TORMENTA Y TENSIÓN / LUMINISCENCIA
13/06/2025
Tormenta y tensión /#Luminiscencia
La tensión en la relación bilateral con Estados Unidos sigue creciendo. La Presidenta Claudia Sheinbaum ha sido cautelosa en sus pronunciamientos públicos sobre el tema de las redadas y protestas que tuvieron lugar en Los Ángeles, pero no así algunos de los cuadros más ideologizados de su partido.
Trump, por su parte, es experto en lo que Nassim Taleb define como “antifragilidad”. Me refiero a la capacidad de sacar ventaja del caos. El escenario de Los Ángeles, una ciudad demócrata y santuario en términos de migrantes, es perfecto para salir victorioso frente a su base electoral.
Si aplica la ley, será el guardián de la supremacía constitucional. Si desescala el tema, lo hará imponiendo sus condiciones a los demócratas y al Gobierno mexicano. Las provocaciones desde la Casa Blanca no se han hecho esperar. Ahí está la Secretaria de Seguridad Kristi Noem, asegurando que Sheinbaum alienta las protestas.
La polarización, recordemos, es el caldo de cultivo perfecto para la imposición de ideologías radicales. Por ello es muy probable que la afrenta de la administración Trump continúe y arrecie. El objetivo ya no es deportar un millón de personas por año, como lo dijo en campaña, si no provocar temor entre la población indocumentada.
Las imágenes de las redadas son brutales e indignantes. Agentes de la ICE persiguiendo personas en Iglesias, campos de cultivo y casa por casa. Propaganda pura para sembrar el mensaje de una cacería sin tregua, sin sensibilidad, ni excepciones.
En Los Ángeles, recordemos, viven más de 900 mil habitantes de origen mexicano. En todo Estados Unidos, más de 39 millones, de primera, segunda y tercera generación.
De este lado de la frontera, los esfuerzos del gobierno mexicano para contener las caravanas migrantes de Centro y Sudamérica había logrado atemperar la relación bilateral. Pero esto es una afrenta directa contra los connacionales que llevan años viviendo en Estados Unidos y que han echado raíces desde hace décadas, sin contar con la documentación necesaria.
La zozobra entre nuestros paisanos no es poca cosa. ¿Regresar a dónde?, ¿a hacer qué?, ¿a adaptarse a qué estilo de vida?, por muchos planes que existan para recibir a nuestros connacionales, una deportación rompería por completo su historia, estilo de vida y familias. Lamentablemente, repito, el balón está en la cancha de Trump y es él quien está imponiendo el ritmo de las cosas.
La tormenta provocada en Los Ángeles tiene sí o sí, fines políticos y electorales. Pero, ¿a qué costo?, ¿hasta dónde está dispuesto Trump a llevar el uso de la violencia pública contra personas que defienden su identidad, derechos y vidas? Desafortunadamente, también hay que decirlo, hay quienes han caído en las provocaciones y se vuelven blancos vulnerables para la cacería y aplicación de la ley.
En la mira del actual gobierno de Estados Unidos están las elecciones del 2026 y 2028 y la posibilidad de arrebatarle más bastiones a los demócratas. Bajo esa lógica, el gobierno Mexicano debe actuar con mucha mayor cautela y explorar todos los canales y mecanismos de negociación posibles, para garantizar la protección de nuestros paisanos y no tensar, aún más, la relación bilateral.
