SE VALE SOÑAR, LA PROPAGANDA OFICIALISTA DE TRANSFORMACIÓN
PLUMA LIBRE
La opinión de Rolando Nakachi 28/01/2023
Se vale soñar
Tanto se habla e insiste en la propaganda oficialista de transformación, lo que genera perder la capacidad de sensibilidad para escuchar y ver lo que sucede a nuestro alrededor.
La demagogia es mucha que hace una cortina robusta de engaño. Es la razón de existir de la infame mañanera.
Lo que sí vino a cambiar nuestro modo de vida y del quehacer humano fue la pandemia más atroz en los últimos cien años. Tendremos mucho qué contar a las nuevas generaciones de mexicanos.
El virus hizo su aparición en Wuhan, China, era diciembre de 2019. A nuestro país, llegó el primer caso en febrero de 2020. Para marzo de ese año envueltos en una nube de incertidumbre, comenzó el confinamiento.
Conforme a todos nos perseguía el virus de la Covid-19, lo capoteábamos y hacíamos malabares para resistir, el gobierno de la república, intensificó la demagogia a niveles criminales.
Allí están los dichos y hechos: “abrácense, esto no es tan malo”; “el cubrebocas no sirve”; “el presidente es un científico”; “¡Detente, enemigo detente!”; “que quiebre quien tenga que quebrar.” A estas alturas de la interminable pandemia, mejor ya ni contar el número de fallecidos. Así opera el populismo.
No olvidemos que la víspera, al son demagógico de que ni es seguro y menos popular, destruyeron el Seguro Popular. Esa institución que creó Fox, fortaleció Calderón y benefició por años a la población sin acceso a la seguridad social para acceder a los servicios de salud, para sustituirlo por el INSABI; que dicho sea de paso, a estas alturas, la demagogia presidencial también ya lo mató.
El mundo ya no es el mismo. Este momento de aparición de la Covid-19, es un hito en la historia contemporánea, ya es un antes y después de la pandemia. De modo gradual, como buenos humanos resilientes por excelencia, estamos buscando nuestro equilibrio.
Dicho lo anterior, me centrare en algunos ejemplos de lo que ha cambiado en nuestro país.
- Educación a distancia
Si bien ya existía esta modalidad, la pandemia exigió recular en casa y adaptarnos a esta forma de enseñanza.
Como la educación no interesa al obradorismo, nadie reconoce el esfuerzo de los docentes de la educación básica pública, ante la nula infraestructura tecnológica en los planteles, hicieron milagros para llevar las clases a sus alumnos.
Para desgracia de los demagogos aspirantes a tiranos, como el nuestro, el acceso a la información en internet es infinita. Hoy no aprende quien no quiere.
En este tiempo de pandemia y en medio de la crisis económica que provocó, para la enseñanza, fue necesario contar con un dispositivo móvil con internet.
Quien no lo tuvo, simple, no pudo acceder a la enseñanza pública. Es de esas decisiones que siempre se le reprocharán a este gobierno inepto y criminal.
Pudo invertir tanto en esta materia, pero sus prejuicios ideológicos son más fuertes.
- La forma de comunicarnos
Es evidente que esta pandemia nos aventó de una vez por todas al mundo digital. Quien hoy no está conectado a internet y cuenta con un dispositivo capaz de comunicarse, vive aislado y alejado de lo que sucede y se dice en este mundo.
Y como lo ha sostenido el maestro Macario Schettino, la aparición de las redes sociales y esta forma de ir interpretando la realidad, nos tiene en angustia, quedó atrás ese México dominado por el PRI hegemónico donde solo Jacobo Zabludovsky interpretaba y comunicaba lo que pasaba en el país.
Hoy hay miles de voces comunicando en redes lo que sucede en el país, tanto que tienen nervioso al echeverrista morenista de siglo XXI.
Los teléfonos fijos ya sea públicos o privados están pasando a la historia, lo mismo los satelitales, lo de hoy es el teléfono inteligente. De modo que nos hemos vuelto más visuales y si de por sí nos distinguimos por no leer, con este boyante mundo digital, menos lo haremos.
Los que se dedican a comunicar y vender en video, tienen en la coyuntura éxito garantizado. Lo peligroso para el país: tenemos un presidente que con seguridad piensa que gobernar es aparecer todos los días en video a echarnos un rollote aderezado de mentiras y odio.
- Añoranza por el retro
Hace poco, platiqué con un mercadólogo y coincidíamos en que sí, existe un jugoso mercado de consumidores que viven en esta añoranza por el pasado. Las marcas comerciales lo han identificado y en eso dirigen sus apuestas comerciales.
Es el porqué han resurgido productos que a esos que les dicen “chavorrucos” tanto los atrapa: el Atari 2600, los tenis clásicos, los refrescos en envases de vidrio, la leche en botes de vidrio y sin marca, el gusto por las imágenes en blanco y negro, etcétera.
En contraste, también se da ese grupo de personas que preocupados por lo que se ha perdido, ven a la tecnología con malestar y miedo, dicen valorar más la esencia humana.
Por eso cuaja el mensaje del presidente de México cuando nos habla de un pasado que no existió, sólo en el libro de texto gratuito cuando insisten en el mito revolucionario.
O qué tal la supuesta recuperación de la soberanía y la celebración de la expropiación petrolera o la nacionalización de la banca del otro desastroso López ochentero.
Visto en perspectiva y de manera general, nos estamos moviendo cada vez más hacia una educación a distancia, seguro dentro de muy poco, contar con un maestro en la modalidad presencial, será un privilegio que pocos podrán darse.
Cuando uno ve lo que ha hecho este gobierno en la materia, que decir poco es mucho; el abandono educativo postpandemia será un legado de horror de López Obrador. A él se le endosará la factura.
Los ataques sistemáticos a la prensa libre y a los periodistas críticos, es una evidencia que este gobierno tiene un talante autoritario. En el ocaso ya no hay duda. Abominan y echan encima todo el aparato del Estado a quien ose revelar la verdad.
El presidente se los ha dicho muchas veces a sus porristas que asisten a su reality matutino: “si ustedes se pasan, ya saben lo que les pasa”.
En campaña el demagogo, llegó a decir, “benditas redes sociales”, hoy quisiera callarlas y al estilo de los tiranos comunistas, sería feliz si nos desconectara de la red de redes digital. Tiene en EE. UU. y Canadá a los vecinos prominentes incómodos.
Si pudiera ya hubiera mudado el país para estar cerquita de Nicaragua, Venezuela o Cuba, allí donde viven sus amigos nacionalistas.
Como su gobierno está reprobado y no hay logros, como si apenas arrancara la administración, el que vive anclado al pasado, continúa con cinismo con las mismas promesas del futuro.
El presente no le importa, lo suyo es echarse para atrás y ofrecer puras ilusiones a sus ilusos.
Lo dije en esta columna hace tiempo y no tengo duda, este presidente es anacrónico por donde se le vea. Quedó ideológicamente atrapado en el pasado setentero y el México de siglo XXI le quedó grande.
No sabe, no quiere y menos puede y está decidido a ganar o arrebatar. De ese tamaño.
Propongo que nuestros técnicos mexicanos, construyan una máquina del tiempo capaz de sacar del priismo echeverrista a nuestro presidente que eligió la democracia para el periodo 2018-2024; o en la cercanía de celebrar la fiesta cristiana de la candelaria (luz), a éste humanista que admira a Jesucristo, por amor a México, pidamos a la Luz que le llegue ésta y nos haga el milagro de ponerle los pies en el México de 2023.
Digo, aun con ambas propuestas materializadas a sus pies, el anacrónico echeverrista, no cambiará. El mundo y México ya cambiaron.
La alianza opositora tiene mucho por hacer para sacar a fuerza de la consulta, voto y unidad a un candidato con legitimidad y aprenda del “Anayazo” de 2018 para con la fuerza ciudadana, en las urnas de 2024, sacarnos de esta pesadilla.
Por muy adelantada la tecnología, esta todavía es incapaz de evitar que soñemos. En esta tragicomedia mexicana, se vale soñar.
