Por Patricia Guerra Frese
EL TRÁNSITO DE VENUS POR EL DISCO DEL SOL Y DE CÓMO MÉXICO LE COMIÓ EL MANDADO A TODOS
El fenómeno astronómico conocido como «Tránsito de Venus por el disco del sol» es poco frecuente porque el plano de la órbita del vecino planeta está inclinado con respecto al de la Tierra. Cuando Venus entra al plano terrestre, es visible su «tránsito» sobre la superficie del sol, se le ve moverse de este a oeste. OK… pero ¿A qué viene todo esto?
Resulta que en 1874, se sabía que este fenómeno tendría lugar el 8 de diciembre y su apreciación ayudaría a calcular la distancia entre la Tierra y el sol. Dada su importancia, un grupo de científicos mexicanos dirigidos por el eminente Francisco Díaz Covarrubias se propuso participar en la convocatoria que hizo la comunidad científica mundial.
El Ingeniero Díaz Covarrubias convenció al Presidente Sebastián Lerdo de Tejada de patrocinar el viaje para observar el fenómeno. El problema era que el punto óptimo de apreciación era Japón. Lerdo aprobó la idea y más que inmediatamente se fueron los viajeros, pues solamente tenían tres meses para llegar a su destino y el viaje era larguísimo.
No me va a creer, amable lector, la ruta que tomaron nuestros héroes. Zarparon de Veracruz el 18 de septiembre rumbo a la Habana, de ahí a Filadelfia, después a Nueva York en tren, donde tomaron el ferrocarril transcontinental que los llevó a San Francisco, donde el 19 de octubre abordaron el vapor Vasco de Gama que los llevó a la Bahía de Yokohama, donde desembarcaron el 9 de noviembre.
Los recursos provistos por el gobierno fueron suficientes para instalar dos observatorios bien equipados con telescopios. y cámaras fotográficas con los que registraron el fenómeno. En los primeros días de 1875, Díaz Covarrubias viajó a París donde presentó y publicó su trabajo antes que nadie. También lo hizo porque la situación política en México no estaba como para tener que justificar a un gobierno opositor un viaje tan oneroso.
Así fue como México presentó sus resultados antes que franceses, rusos e ingleses, que lo hicieron años después. Demostraron que, a pesar de ser un país devastado por invasiones y guerras civiles, si reciben los recursos necesarios, nuestros científicos están a la altura de los mejores del mundo.
A su regreso, el 19 de noviembre de 1875, la Comisión Astronómica Mexicana recibió homenajes y bueno, ya saben ustedes cómo somos los mexicanos, también abrió sus puertas una pulquería con el nombre: «El Tránsito de Venus por el Disco del Sol.»