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Pluma Libre, Contraste de las palabras

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Por Nakachi

  • Contraste de las palabras con la realidad

El discurso de toma de protesta de un presidente de la república, no es un mero acto protocolario, éste marca la pauta de lo que será el sexenio. Gracias a la historia es que podemos traer a la memoria los discursos de varios exmandatarios.

Según Enrique Krauze el de López Portillo fue uno de los mejores en la historia del país, lo cito: “Era un alivio escuchar un mensaje de sensatez luego de seis años de demagogia (de Echeverría).

Las palabras recobraban su valor, su sentido. El país debía curar sus heridas, retomar el rumbo. Vendrían dos años de recuperación, dos de consolidación y dos de crecimiento” (Krauze, 2005 (sexta reimpresión), pág. 424).

Con la aparición del petróleo que emanaba a raudales en el Golfo de México, ese plan sensato se echó por la borda. Siguió un plan desbocado que comparado a la administración populista y despilfarradora echeverrista lucía austera. Seis años después, lo que tuvimos los mexicanos en 1982 fue una de las peores crisis económicas que se tengan memoria.

Quizá algunos jóvenes no les tocó, pero los que vivimos el sexenio de miseria que heredó López Portillo no debemos de olvidarlo y menos dejarlo de traer a la memoria y discusión pública.

Así, a la mitad del alto encargo del presidente más votado en la historia reciente de este país, vale mucho la pena hacer un alto y contrastar –de manera sucinta− después de tres años, las palabras del presidente en su toma de protesta (Gobierno de México, 2018).

El resultado nos permitirá vislumbrar hacia dónde nos perfilamos en la segunda mitad del gobierno de López Obrador. Dejaré en cursivas el texto del presidente; en redondas el comentario respectivo.

1.- Nosotros queremos convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno. No se trata de un asunto retórico o propagandístico, estos postulados se sustentan en la convicción de que la crisis de México se originó, no solo por el fracaso del modelo económico neoliberal aplicado en los últimos 36 años, sino también por el predominio en este periodo de la más inmunda corrupción pública y privada. En otras palabras, como lo hemos repetido durante muchos años, nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y de la pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo.

¿Honestidad?¿En serio? Más cuando proviene de un gobernante que sin empacho y sin siquiera ruborizarse, espeta en promedio más de noventa mentiras por aparición en su montaje matutino. Queda claro que por mucho el presidente está lejos de alcanzar este propósito.

2.- Lo digo con realismo y sin prejuicios ideológicos: la política económica neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública del país. Por ejemplo, la reforma energética, que nos dijeron que vendría a salvarnos solo ha significado la caída en la producción de petróleo y el aumento desmedido en los precios de las gasolinas, el gas y la electricidad.

Con datos oficiales del gobierno federal, provenientes de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el precio promedio de la gasolina ‘regular’ en hallaba el primero de diciembre de 2018,  en 19.29 pesos por litro. ¿Recuerdan esa promesa  de que si ellos llegaban al gobierno la gasolina costaría diez pesos? Para febrero de 2022, el precio de la gasolina en promedio, oscila en 21.40 pesos. Juzgue usted si le han cumplido.

3.- No se trata, como antes, de actos delictivos individuales, o de una red de complicidades para hacer negocios al amparo del gobierno. En el periodo neoliberal la corrupción se convirtió en la principal función del poder político, por eso si me piden que exprese en una frase el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y con la impunidad. Pero al contrario de lo que pudiera suponerse, esta nueva etapa la vamos a iniciar sin perseguir a nadie porque no apostamos al circo ni a la simulación.

Quisiera creerle al presidente pero estamos muy lejos de hacer realidad eso de abatir la corrupción y la impunidad. Este gobierno se ha caracterizado (como fue su gestión en el otrora GDF, 2000-2006) por su opacidad, su aversión a la transparencia y la rendición de cuentas. Eso del circo y la simulación lo han ido afinando en cada mañanera. Muchos cándidos aún les creen.

4.- Con apego a mis convicciones y en uso de mis facultades, me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su cargo o posición para sustraer bienes del erario o hacer negocios al amparo del poder público. Esto aplica para amigos, aplica para compañeros de lucha y familiares. Dejo en claro que si mis seres queridos, mi esposa o mis hijos, cometen un delito, deberán ser juzgados como cualquier otro ciudadano. Solo respondo por mi hijo Jesús, por ser menor de edad.

Después de tres años, la lista en este tenor se va haciendo robusta: Pío, Felipa, Martín, la profesora Delfina, Zoé Robledo, los Bartlett  y recientemente, José Ramón y la llamada “mansión del bienestar”. Que a Pío López Obrador se le proteja desde el poder, pese a todas la evidencias (videos) para dejarlo impune, contradicen la voluntad discursiva del presidente de México.

Sería oportuno que el presidente de México, responda a una pregunta que siempre ha rehuido: ¿De qué vivió López Obrador de 2006 a 2018?

5.- También transitaremos hacia una verdadera democracia, se acabará la vergonzosa tradición de fraudes electorales. Las elecciones serán limpias y libres y quien utilice recursos públicos o privados para comprar votos y traficar con la pobreza de la gente o el que utilice el presupuesto para favorecer a candidatos o partidos, irá a la cárcel sin derecho a fianza.

Si el presidente tuviera voluntad de transitar hacia una verdadera democracia, dejaría de atacar sistemáticamente al INE. Pero como lo ha demostrado, intenta por todos los medios hacerse del control de este órgano autónomo que no se ha plegado a la voluntad voraz del titular del ejecutivo. Ante el fallo del TEPJF en ratificar la multa de 4.529.000 pesos que el INE impuso al partido en el poder, la respuesta del presidente, contradice a sus propias palabras. Si así fuera, la señora Delfina Gómez debería estar en prisión y no como titular de la SEP.

6.– Que se oiga bien y que se oiga lejos, tampoco vamos a endeudar al país.

¿En serio, presidente? ¿No va a endeudar al país? Porque resulta que la SHCP tiene datos distintos. Hasta diciembre del año pasado, la deuda nacional creció 1.84 billones de pesos.

7.– Otro cambio importante será el de la creación de la Guardia Nacional, si lo autoriza el pueblo y el Poder Legislativo, para enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia que padecemos. Esto significa replantear el papel de las Fuerzas Armadas ante la inoperancia de las corporaciones policiales.

Se reconfiguró la Guardia Nacional (existió por mandato constitucional en 1824) pero para nada ha incidido en bajar los niveles de criminalidad e inseguridad en el país. Estamos ante el sexenio más violento e inseguro de la historia. Espero y la estrategia no sea apostar por normalizarla.

8.– Me comprometo, y soy hombre de palabra, a que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras y se crearán condiciones hasta para obtener buenos rendimientos, porque en México habrá honestidad, Estado de derecho, reglas claras, crecimiento económico y habrá confianza.

Después de tres años y al margen de la pandemia, pues está documentado que desde antes de que ésta llegara en marzo de 2020, ya había decrecimiento económico; en otra ironía más, lo que tenemos es fuga de capitales, impunidad, violaciones al Estado de derecho, deshonestidad a raudales. ¿Se acuerdan que el presidente de México, aseguró que ya no había “huachicol”? Es cosa de que transite por alguna de las carreteras de México para darse cuenta que no solo no se erradicó, se comercializa abiertamente.

9.– Hoy presento formalmente a este Congreso reformas constitucionales, proyectos de reforma a la Constitución, para establecer el estado de bienestar y garantizar el derecho del pueblo a la salud, la educación y a la seguridad social.

Lo que tenemos, fue la desaparición del Seguro Popular, para en su lugar un bodrio que no funciona, el Insabi, al cual en un absurdo, ya hasta relevaron titular. En la coyuntura, el tema educativo es de esas materias que no ocupan al presidente de México. Como insisten los expertos, la deserción escolar y la poca inversión educativa, son una bomba que nos explotara a todos en el mediano plazo.

10.- Iniciará de inmediato el programa de atención médica y medicamentos gratuitos en las zonas marginadas del país y se volverá universal en todo el país este programa de atención médica y medicamentos gratuitos, a la mitad del sexenio. Es mi compromiso.

Nos queda claro que este compromiso no se cumplió. ¿Recuerdan en gobiernos anteriores la escasez criminal de medicamentos oncológicos? Por mucha saliva, cómo ocultar y negar la realidad.

El tema central del discurso del presidente en su toma de protesta fue insistir en su vieja retórica de que la causa de los males del país se encuentran en el “modelo neoliberal”; lo ubica a partir de 1982. Insistió en ser un adalid en la lucha contra la corrupción y no tuvo empacho en promover la austeridad republicana, comenzando por él y sus cercanos.

Como dato, valdría la anotar que el modelo neoliberal comenzó en el gobierno del presidente De la Madrid como respuesta al populismo echeverrista y que tuvo como corolario la administración de López Portillo. Gracias a este modelo fue que llegó la democracia a México con un INE ciudadanizado en 1997. Pudimos crear contrapesos al poder como la CNDH el INAI. A partir de la administración del Dr. Zedillo, quedaron atrás las crisis económicas de fin de sexenio. En términos generales, el modelo neoliberal que tanto sataniza el presidente López Obrador ha sido más generoso y constructivo que el populismo que él representa.

Han transcurrido 1167 días de un gobierno sin resultados. Con una pandemia que le fue encargada a un incompetente; un sistema de salud quebrado y una economía en recesión. La inseguridad galopante no se le ve por dónde pueda frenar. Queda demostrado una vez más que los abrazos no son la mejor opción como política pública. Al presidente robusto, fuerte, que parecía corredor keniano, cada día se ve minado y disminuido físicamente;  más con el escándalo de la mansión de su primogénito en Houston.

Qué ironía, al presidente amante de la historia, seguro sabe que el otro López, pero decimonónico, capituló en San Jacinto, Tejas. En el siglo XX, López Portillo, apostó al petróleo que brota a raudales del subsuelo texano y la pagó caro el pueblo de México. ¿Qué tendrá que ver el suelo texano con los demagogos mexicanos?

Sin el discurso de la lucha contra la corrupción y la “austeridá” republicana, el presidente camina desnudo y mudo. El mandatario que solo se ha dedicado a hablar, se le han agotado las palabras. En tiempos de sensatez y ante el desastre, un líder genuino recularía para evaluar y replantear. Pero estamos lejos de esperar algo parecido. Sin duda, lo que viene –siguiendo el guion megalómano− será mayor demagogia. Deseo estar equivocado, pero el despertar será más que trágico. Al tiempo.

Referencias

Gobierno de México. (13 de diciembre de 2018). Secretaría de Relaciones Exteriores. Obtenido de https://embamex.sre.gob.mx/sudafrica/index.php/discurso-integro-de-andres-manuel-lopez-obrador-al-rendir-protesta-como-presidente

Krauze, E. (2005 (sexta reimpresión)). La presidencia imperial. México, D.F.: Tusques Editores Mexico, S.A. de C.V.

http://@Nakachi_Mx

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