OTRO PRESTIGIOSO PREMIO LITERARIO Y SU FUNDACIÓN SOBREVIVE
Cultura Sobre Ruedas
La opinión de Pilar Jiménez Trejo
17/08/2023
Obtiene Elena Poniatowska otro prestigioso premio literario, mientras su Fundación sobrevive al disminuido presupuesto que le otorga el gobierno.
La escritora Elena Poniatowska recibió la noticia de haber obtenido el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el idioma Español 2023; y a sus 91 años, lúcida y con buen humor, ofreció una conferencia de prensa para contar que este reconocimiento es también resultado de la larga y profunda amistad que tuvo con el autor de La región más transparente.
Luego reconoció que el premio lo obtiene gracias a su trabajo y aprendizaje continuo como periodista, labor que desempeña desde 1953, entrevistando por igual a María Victoria, Tongolele, María Félix, Octavio Paz, Juan Rulfo, Jaime Sabines que a presos de Lecumberri, estudiantes del 68 y obreros.
La autora de La noche de Tlatelolco, habló de las dos pasiones que ha ejercido: periodismo y literatura. «La soledad del escritor, la gran soledad frente a la mesa de trabajo aísla, pero en el caso del periodismo, la sala la de redacción, puede llegar a ser una fiesta, al menos es lo que yo viví en los periódicos», recordó.
«Es un premio que yo siento también que tiene que ver mucho con el periodismo.
Es un premio que comparto con todos los periodistas a quienes recomiendo hacer también entrevistas en la cárcel en donde se aprende mucho», dijo quien inició su carrera en el periódico Excélsior en la página de sociales y luego haciendo entrevistas a diversos personajes del mundo intelectual y el espectáculo.
Este reconocimiento, apuntó, es «el cierre de un collar o el cierre de una vida fructífera, muy feliz».
En la casa donde se alberga la Fundación Elena Poniatowska, José Martí 105, entre Av. Revolución y Av. Patriotismo, en la colonia Escandón, se organizó de un día a otro la convocatoria a la conferencia de prensa por parte de la Dirección de Literatura de la UNAM y la Secretaría de Cultura.
Esa casa que le prestó en comodato el gobierno en 2018 a la Fundación de la escritora para preservar su archivo, pero que desde 2019 está «técnicamente en quiebra» por no recibir el dinero prometido de parte de la administración de López Obrador.
A pesar del apoyo que Poniatowska dio al presidente por varios años, su Fundación tampoco ha podido sobrevivir ante el disminuido presupuesto a la cultura que destina la actual administración que desacredita a los «aspiracionistas».
Es importante recordar que en abril de este año la escritora recibió la Medalla Belisario Domínguez, uno de los máximos reconocimientos para un ciudadano mexicano que otorga el Senado de la República, ceremonia a la que el presidente Obrador declinó asistir.
La periodista y escritora que ha sobrevivido a sus contemporáneos y amigos como Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Rosario Castellanos y Elena Garro ha recibido en los últimos años los máximos reconocimientos literarios en varias regiones del mundo.
En 2014 obtuvo el Premio Cervantes por su obra en conjunto entre libros como Tinísima y Hasta no verte Jesús mío.
El galardón está dotado de un diploma, una obra escultórica diseñada por el artista visual Vicente Rojo, así como 125.000 dólares.
La ceremonia de premiación de Poniatowska será realizada en noviembre. La decisión de entregarle el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el idioma Español 2023 a Poniatowska se dio de forma unánime por el jurado compuesto de los escritores Concepción Company, Javier Garciadiego, Luis García Montero, Reneé Acosta y Margo Glantz, porque «sus textos han narrado, mediante testimonios y ficción, momentos capitales de la historia reciente de México».
Su amistad con Carlos Fuentes
«Conocí a Carlos cuando ni era escritor, era hijo de embajadores. Cuando sus papás no estaban, él daba grandes fiestas, no daba mucha bebida porque no había mucho dinero, pero sí había mucho baile, él bailaba, le gustaba muchísimo; al principio no bailaba bien, daba bastantes pisotones, pero después aprendió», recordó Poniatowska en la conferencia.
Añadió que era un hombre que todo lo quería saber y logró una carrera meteórica, deslumbrante, con una repercusión enorme entre los jóvenes.
«Se subía a un taxi y se volvía el mejor amigo de los taxistas, iba al Sanborns y todas las meseras le contaban de su vida. Se hizo amigo de toda la gente. Así logró una novela realmente importante que fue La región más transparente«.
Reveló que Fuentes «escribía (a máquina) con un sólo dedo, que se le deformó… Ya lo tenía completamente chueco, pero la pasión que puso fue enorme».
Destacó la cercanía y amistad del autor de Aura con dos enormes escritores mexicanos: Alfonso Reyes y Octavio Paz.
«A mi me llamaba Poni, por chaparrita, por el tamaño de un poni», dijo.
Poniatowska recordó el primer matrimonio de Fuentes con Rita Macedo con quien tuvo una hija, Cecilia Fuentes; y luego también dedicó palabras de consuelo a Silvia Lemus, viuda de Fuentes y madre de sus hijos fallecidos Natasha y Carlos.
«Perder de un golpe a dos hijos para una madre creo que es lo peor que te puede suceder. Todo el consuelo que uno pueda dar, finalmente no reemplaza para nada a la persona».
El presupuesto a la cultura, un déficit.
En la conferencia su hijo, Felipe Haro Poniatowski, director general de La Fundación Elena Poniatowska Amor A.C, reiteró que para subsistir y conservar la obra, sus documentos, su biblioteca, y continuar haciendo actividades culturales en la Fundación, se apoyan de recursos privados generados por sus actividades académicas y donativos.
Destacó que para la familia «es un honor recibir este premio» y recordó que «El último recado que dejó Carlos Fuentes, el 15 de mayo, fue a Elena Poniatowska, porque pronto sería cumpleaños de Elena e iban a comer juntos. Así de cercana era la relación».
A la conferencia presidida por Poniatowska, asistieron la titular de la Dirección de Literatura de la UNAM, Anel Pérez, y el Director General de Biblioteca de la Secretaría de Cultura, Rodrigo Borja.
Con ambas instituciones, dijo Felipe Haro, mantienen conversaciones para que el acervo permanezca en el País, y no sólo el de la escritora, sino también el del astrónomo Guillermo Haro (1913-1988), quien fuera su esposo.
Señaló que la voluntad de Poniatowska y de la familia es hacer el mayor esfuerzo para que el acervo permanezca en México en condiciones óptimas. «Elena dijo que quiere que se quede todo junto. El acervo es de todos los mexicanos y todos lo pueden consultar».
Sin embargo reconoció que universidades como Princeton, Stanford y Austin, así como de instituciones de Nuevo León, entre otras, han manifestado su deseo de resguardar los archivos de Poniatowska, pero que a ellos les gustaría que se quedará en México y fuera el gobierno quién se comprometa a cuidarlos y preservarlos.
Haro solicitó que una parte mínima de los proyectos gubernamentales también mire a instituciones como la Fundación Poniatowska.
«Aparte de Dos Bocas y del Tren Maya, lo que nosotros solicitamos es un apoyo muy chiquito, un porcentaje de menos cero, cero uno por ciento de esos proyectos, para que la fundación funcione», puntualizó.
La propia Poniatowska manifestó su desazón porque deban consultarse acervos de mexicanos como Carlos Fuentes, Elena Garro o Octavio Paz, que forman parte de la historia de la literatura en México, en universidades estadounidenses.
Es posible que Elena Poniatowska ya no tenga presente que el acervo de Octavio Paz quedó intestado, y es el gobierno mexicano quién debe encargarse de resguardarlo al ser considerado por un Tribunal: Declaratoria de Monumento Artístico y ordenar la preservación del archivo personal del poeta, sus manuscritos y poemas, ensayos, traducciones, artículos, su correspondencia privada, garantizando que ninguna parte de ese legado podrá salir del país.
Por lo pronto algunos objetos y obras de arte del poeta fueron asignados a una casa en ubicada en Felipe Carrillo Puerto 445, en la colonia Tacuba de la Ciudad de México; un sitio al que quizá nunca fue Octavio Paz.
El Colegio Nacional espera recibir el acervo del poeta y ser ellos quienes se encarguen de conservarlo con el conocimiento y la disciplina que labor así requiere.
Poniatowska recordó ese gran proyecto que se realizó en la Biblioteca México en donde el gobierno se hizo cargo de resguardar, con el profesionalismo que se tiene en universidades extranjeras, las bibliotecas de José Luis Martínez, Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis; algo así le gustaría que sucediera con su legado, añadió
Rodrigo Borja funcionario Director General de Biblioteca de la Secretaría de Cultura, comentó que se podría buscar algo similar, así como se tiene la Biblioteca favorita de ella, añadiendo que seguramente era la de Monsiváis.
El funcionario enumeró algunos otros de los legados que allí se conservan, mostrando su desconocimiento pues dijo que también está la de Jaime Sabines, realidad que no es, pues el legado del poeta de «Los Amorosos «continua en manos de la familia Sabines Rodríguez y es muy probable que su destino sea también una universidad extranjera ante la falta de seriedad y recursos con los que están resguardando a la cultura en México.
Que no haya dedazo
En cuanto a los temas electorales próximos Poniatowska expresó su deseo de que haya una «transformación abierta» en las elecciones presidenciales de 2024, y que no haya «dedazo» del presidente Andrés Manuel López Obrador para imponer un candidato.
«Espero que se les den más oportunidades a las mujeres que aspiran al poder y que lo harían, yo creo, espléndidamente bien», enfatizó.
Sin embargo no ocultó su simpatía por su «cuate» Marcelo Ebrard, ante la relación que tiene con su familia y Francia.
A pesar del panorama del país en temas de corrupción, inseguridad y narcotráfico afirmó confiar en el «buen criterio de México pues es un país feliz, dentro de lo que cabe, es un país rico, inteligente».
El Premio Internacional Carlos Fuentes es otorgado a escritores que, por el conjunto de su obra, enriquezcan el patrimonio literario de la humanidad. Poniatowska ha escrito incansablemente durante muchos años, cuenta con un acervo de más de cuarenta libros publicados.
Entre ellos se encuentra El amante polaco, en el que indaga en la línea polaca de la familia para explicar el camino por el que una familia de la nobleza termina emigrando a México; allí también revela por primera vez su relación de amor con Juan José Arreola.
«Sigo escribiendo todos los días. Me levanto, me lavo los dientes y me pongo a escribir, así son mis días», dijo ante la pregunta de sí seguiría escribiendo sobre sus memorias.
