Entre el cinismo y la hipocresía: Opositores en modo turismo político

25/05/2025
Entre el cinismo y la hipocresía / #BitácoraDeLaLuna

Mientras la llamada Cuarta Transformación avanza con paso firme hacia un modelo autoritario disfrazado de bienestar, la oposición mexicana se extravía entre selfies diplomáticas, discursos tibios y silencios vergonzosos.
Una democracia maquillada

México vive una de sus etapas más críticas en materia democrática. La supuesta transición de poder no es más que una coreografía perfectamente ensayada: un dedazo de Estado legitimado por narrativas de continuidad.
Todo al ritmo que marca Andrés Manuel López Obrador. Y mientras eso ocurre, la oposición —ese contrapeso que debería incendiar la tribuna y tomar las calles— parece más ocupada en renovar pasaportes que en encender conciencias.
“Alito”, internacionalista de ocasión

Uno de los casos más grotescos lo protagoniza Alejandro “Alito” Moreno. El mismo que ha llevado al PRI a sus niveles más bajos de credibilidad, pretende ahora dar lecciones de democracia en foros internacionales.
Viajó a Turquía a pontificar sobre diplomacia y derechos humanos… como si no cargara una montaña de escándalos, grabaciones comprometedoras y pactos oscuros. ¿Con qué cara habla de legalidad quien ha hecho del descrédito su sello personal?
Jorge Romero: maestro del silencio

El espectáculo opositor se completa con Jorge Romero, líder nacional del PAN, quien ha hecho del silencio una estrategia.
Mientras se desmantelan organismos autónomos, se militariza la seguridad pública y se erosiona el Poder Judicial, Romero calla. Sonríe. Espera. Es el líder de una oposición que parece más preocupada por no incomodar que por denunciar. La omisión, en este contexto, no es neutral: es complicidad.
Claudia Sheinbaum: continuidad sin máscaras

Y mientras la oposición bosteza, Claudia Sheinbaum se alista para ejecutar —sin disimulo— el proyecto de su antecesor. Una visión centralista, clientelar y polarizante, que amenaza con arrasar los ya frágiles contrapesos democráticos. Con Sheinbaum, el lopezobradorismo no se renueva: se perfecciona.
Opositores de vacaciones… con cargo al pueblo

La oposición debería estar fiscalizando, proponiendo, alertando. Pero lo que vemos es una élite desconectada, cómoda en la irrelevancia.
Prefieren las cumbres internacionales, los aplausos extranjeros, las fotos con embajadores. Mientras el país se consume en violencia, polarización e incertidumbre institucional, ellos juegan a ser estadistas… en el extranjero. En casa, callan como cómplices.
La peligrosa comodidad del silencio

¿A quién representan realmente estos opositores? ¿A los ciudadanos que claman por firmeza, visión y liderazgo? ¿O a una clase política agotada que se resignó a ser comparsa en el teatro del poder?
En tiempos donde la democracia se erosiona a golpe de decreto, la ausencia de una oposición valiente no solo es decepcionante: es peligrosa.
Porque cuando el poder no encuentra resistencia, lo que sigue es el autoritarismo, disfrazado de bienestar y legitimado por el silencio de quienes debieron gritar.