EL SALVADOR DE CUBA / DIMITTIS
22/11/2024
El salvador de Cuba / #Dimittis
Cada día la dictadura cubana nos da visos de que se desmorona, sólo que ha faltado ese último empujón para terminar la pesadilla comunista que lleva más de 65 años minando la libertad del pueblo cubano. La sociedad cubana agoniza.
Hace unas semanas el régimen asesino dictó el cierre de escuelas, y los pocos negocios que existen tuvieron que cerrar porque no cuentan en la isla con lo básico como es energía eléctrica.
Es dificil imaginar a un país que padezca carencia de luz en más del 50 por ciento de su territorio. De ese tamaño es el apagón en la cárcel natural más grande del mundo.
¿Usted seguro se preguntarán, cuál es el origen de estos apagones?
Dicen que al perro más flaco se le pegan las pulgas, y por si fueran pocos los males en Cuba, China uno de sus principales socios comerciales, recién anuncio que rompe relaciones comerciales con la isla.
Cuba vive endrogada desde hace décadas con el país oriental y con muchos países, viven del crédito, pero nunca pagan. Todo tiene un límite y los chinos ya no quelen copelal con el dictador Díaz Canel, exigen garantías de pago.
Condicionaron que para seguir comercializando, la dictadura tenía que ejecutar reformas estructurales en su economía para garantizar los pagos pendientes. Como todo comunista, el régimen dictatorial cubano prometió pero no cumplió, no le movieron una sola coma al guion tiránico.
La consecuencia es que los chinos anunciaron que este año no compraran 400 000 toneladas de azúcar a la dictadura latinoamericana. Con esta medida, Cuba dejará de percibir uno de sus principales ingresos equivalente a cien millones de dólares.
El modus operandi de Cuba ha sido la de apelar a la caridad y condonación de deudas económicas, jugando el rol de víctima y haciendo más grande la leyenda del supuesto bloqueo norteamericano.
Le funcionó por mucho tiempo, así la comunidad internacional (incluyendo a México) le ha condonado gran parte de sus deudas. Sólo que el comunismo no produce más que miseria. Es un círculo vicioso mortal.
La realidad se impone y al no comerciar, no generar ingresos y no contar con divisas, imposible que cuente con los recursos para producir electricidad.
La cosa no para allí, otra fuente de ingresos son las remesas. Estas cayeron al 50 por ciento en los últimos cinco años.
Por una razón comunista: son unos miserables ladrones. La dictadura en el flujo de dólares, al recibirlo, y pasarlo al cambio oficial, le entregaban a su gente el equivalente a 30 centavos de dólar.
Por tanto, la respuesta de quien enviaba dinero desde el exterior fue solo mandar especie.
La cosa de terror concatenado sigue. Otro de los ingresos de la dictadura castrista es el turismo. Paradójico que en 2020 uno de los gobernantes latinoamericanos aspirantes a dictador, aseguró que la pandemia le había caído como anillo al dedo.
Sólo que al dictador Díaz Canel, el azote sanitario le pegó al corazón de su economía.
Pese al paradisíaco mercado de pornografía infantil donde las niñas cubanas si quieren comer, tienen que dejar sus muñecas para alquilar sus cuerpos. Otro efecto de la “revolución”. Con todo eso, el turismo mundial dejó de ir a la isla.
Aunque tienen preferencia, no contar con infraestructura, energía eléctrica en los hoteles o lo más básico como toallas, papel sanitario, sabanas o aire acondicionado, la gente nomás no va.
¿Por qué tanta carencia? Al no generar divisas, imposible adquirir algún producto. Pero tampoco producen, y su gobierno no paga. Una pesadilla.
Súmele las restricciones estatistas que la dictadura impuso a su gente: no pueden pescar, todo está racionado, la Biblia es un libro prohibido.
Si por allí en la resiliencia, alguien pudiera conseguir alimento, no cuenta con energía eléctrica en casa porque no hay luz que el Estado proporcione, se le va a echar a perder.
Eso que aún podemos hacer en México de ir a misa y saliendo echarnos unos tacos de barbacoa o suadero, es un sueño guajiro para cualquier cubano. No conocen la libertad, regresaron a la Edad de Piedra. Viven en un infierno.
Los únicos que no viven carencia en Cuba son dos grupos sociales: los militares y los miembros distinguidos del Partido Comunista de Cuba.
Los primeros siempre dispuestos a reprimir cualquier conato de rebelión y los segundos, tragando como cerdos de lo que aún queda en un país que está en ruinas.
Son las mieles del comunismo que entusiasman hasta el llanto en México a los líderes de la secta morenista.
Si la dictadura pudo enquistarse y perpetuarse en estas décadas, fue porque los financió durante la Guerra Fría la URSS, sólo que se desmoronó. Lo mismo China pero ya se cansó.
Continuó Venezuela en los años noventa pero el socialismo los metió en una crisis humanitaria severa.
En los últimos años cuando la dictadura cubana se quedó sin sus mecenas y suponíamos que era cuestión de tiempo para que cayera este régimen criminal… Llegó al rescate de los cubanos, López Obrador.
Huroneo
Uno se pregunta por qué tanto apapacho del embustero mexicano al asesino Díaz Canel.
La clave para responder está en que a cambio de petróleo y financiamiento oscuro por medio de operadores políticos con disfraz de médicos, el dictador cubano puso a disposición de MoReNa el aparato de inteligencia cubano que garantice a perpetuidad su permanencia en el poder.
El dos de junio pasado fue el examen de titulación y lo pasó con diez, Díaz Canel.
