EL EFECTO AMLO ES REAL PARA BIEN O PARA MAL
LUMINISCENCIA
La opinión de Adrián Valencia
18/07/2023
El efecto AMLO
El efecto AMLO es real. Para bien o para mal, las palabras de López Obrador tienen una poderosa influencia. Quien piense que los dichos del presidente en las conferencias mañaneras no tienen efecto entre la opinión pública, desconoce el poder y alcance de la propaganda.
Porque eso son las “conferencias matutinas” del Ejecutivo: un espacio de propaganda, en donde el Primer Mandatario dicta agenda mediática y política, y donde ataca sin piedad a sus detractores y adversarios. Es una caja de resonancia que ha usado desde que era jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Hoy, en la mira del presidente está Xóchitl Gálvez, quien se ha convertido en la mejor apuesta (al momento) de la oposición, rumbo al veinticuatro. López Obrador sabe dónde y de qué forma atacar, aunque ello implique hacer uso de los recursos del Estado para ponerla contra las cuerdas.
Ahí está la revelación de los contratos de las empresas de Gálvez y un discurso que busca desnudar “la mentira” sobre la cual se ha construido la imagen de Xóchitl.
“De vender gelatinas, pasó a ser millonaria”, se quejó de manera reciente el tabasqueño ante los reporteros de la fuente. Y es justo esa narrativa y esa carta, la que busca explotar ante los ojos de los mexicanos: la candidata de la oposición es “fifi”, es potentada y no es pueblo como asegura, vive de los privilegios de gobiernos anteriores; y un largo etcétera de figuras retóricas y conceptos cuatroteistas.
Lo cierto es que, aunque la Senadora ha respondido “de primera” a los ataques del presidente, todavía no sabemos de qué tamaño, ni cuál será el efecto de los dichos del primer mandatario en la figura de Xóchitl.
El presidente lo mismo ha descalificado a políticos, que a periodistas y empresarios. Sabe que a sus dichos lo acompaña una amplia confianza ciudadana y una aprobación superior al cincuenta por ciento.
La gente sigue creyendo en sus palabras, aunque muchas veces la realidad contrasta con ésta. Pero ese es, precisamente, el poderoso efecto de la propaganda. “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, decía el jefe de la propaganda nazi.
Pero a pesar de los ataques en su contra, la senadora luce tranquila y actúa con mesura. ¿Por qué?, quizá por entiende que la andanada de golpes por parte del presidente y de muchos personajes de su movimiento, incluidos algunos aspirantes a la silla presidencial, responden a algo: la perciben como una amenaza real, un fenómeno mediático que podría convertirse en un fenómeno político y darle así importantes votos a la oposición, que abonarían a la reconfiguración del Congreso.
Quizá es muy adelantado medir el “efecto AMLO” en la figura de Xóchitl Gálvez en estos momentos, pero por lo pronto ella tendrá que emplear tiempo y estrategias en defenderse de los embates en su contra y eso sin duda afecta la posibilidad de concentrarse en el terreno positivo y en la consolidación de esa narrativa tan necesaria en estos momentos: ¿qué es Xóchitl Gálvez y qué representa para México?