CRÉDITO REAL NO ES UNIFIN… CORPORATIVO
CORPORATIVO
Opinión del 06/09/2022
En el caso de Crédito Real, los bonistas no quisieron negociar tomando en consideración la banca (garantizada) local y la banca de desarrollo
Crédito real no es Unifin
Luego que analistas advirtieran que la crisis de Unifin y Crédito Real tendrá efectos negativos en diversos sectores por su impacto en la confianza, hace días David Romero Morfín, presidente de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras Populares (Amsofipo) y Enrique Presburger, presidente de la Asociación de Sofomes de México (Asofom), enfatizaron que esa situación no pone en riesgo la estabilidad del sistema de intermediarios no bancario del país.
Sin embargo, hay que hacer una distinción muy clara, Crédito Real y Unifin no son lo mismo, la primera opera bajo la denominación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM), y por ley no pueden captar recursos del público general; mientras que Unifin, que este mes se declaró incapaz de cumplir con algunos pagos a sus acreedores, es una Sociedad Anónima Bursátil (SAB) que emite bonos, y obtiene líneas de crédito para tener capital.
En pocas palabras, se trata de intermediarios distintos que financian sectores diferentes y con trayectorias independientes: Unifin atiende a pequeñas y medianas empresas (Pymes), mientras Crédito Real apoya a sectores vulnerables de la población, que normalmente no tiene acceso al crédito.
En el caso de Crédito Real los bonistas no quisieron negociar tomando en consideración la banca (garantizada) local y la banca de desarrollo, y los asesores de reestructuras prefirieron ser intransigentes en un acuerdo que le garantizaba cierta recuperación a sus clientes, amén que prefirieron ahondar los problemas para seguir cobrando honorarios y comisiones.
Y bueno, la aplicación de una disolución y liquidación en el caso de Crédito Real obedece a la pérdida de capital, donde se opta por la mejor opción para detener los embates de los bancos garantizados que ya traían demandas y denuncias, y de paso hacer frente a NAFIN con cartera productiva y bienes adjudicados, puesto que la deuda total de la SOFOM asciende a dos mil 632 millones de dólares, de los cuales alrededor de 120 millones corresponden a compromisos con Nacional Financiera.
Y es que, como se recordará un grupo de bonistas que supuestamente representan menos de 10 millones de dólares en créditos, presentaron una solicitud involuntaria del Capítulo 11 en contra de Crédito Real ante un juzgado de quiebras del Distrito Sur de Nueva York en Estados Unidos, la cual a todas luces es improcedente.
Con esto, la firma que lleva Ángel Berrondo no podía dar prioridad a los intereses internacionales de los acreedores quirografarios, que obviamente tienen menores derechos respecto a los acreedores garantizados, como pretendían los asesores de reestructura que además buscaban aplicar tecnicismos americanos para romper los derechos de la banca mexicana.
Así, Crédito Real ha logrado hacer frente a sus obligaciones locales, donde las bursatilizaciones no han sufrido ningún quebranto.
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