CLAUDIA, LA DE LOS ACUERDO, EL DIÁLOGO Y LA DISCIPLINA
LUMINISCENCIA
La opinión de Adrián Valencia
05/10/2023
Claudia, la de los acuerdos
Si algo aprendió bien Claudia Sheinbaum de su mentor, López Obrador, es que de los errores se aprende y mucho. Por ello, desde que se perfilaba como la “corcholata” más fuerte de Morena rumbo al veinticuatro, ha privilegiado los acuerdos, el diálogo y la disciplina.
Sabe que, como hizo AMLO en la precampaña de 2018, toda suma es poder y las disputas innecesarias, únicamente la debilitarían.
Además de aceptar las reglas internas del partido para elección de la Coordinación de Defensa de los Comités de la Cuarta Transformación (o lo que es lo mismo la candidatura presidencial), la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México ha realizado una “operación cicatriz” ejemplar.
Pero además, se ha dejado ver en sus redes sociales, rodeada de empresarios, eclesiásticos, legisladores, académicos, miembros de las Fuerzas Armadas, gobernadores y sociedad civil en general.
Está siguiendo al pie de la letra el manual del buen político: diálogo significa entendimiento y entendimiento significan alianzas.
Aunque muchos la consideran una candidata “desangelada” y con pocos atributos histriónicos (de esos que se ocupan en campaña), Claudia sabe y entiende la ventaja político-electoral con la que cuenta. Es consciente de que, mientras no se salga del guión, avanzará con paso firme hacia el veinticuatro.
Lo anterior pese a que Xóchitl Gálvez se vislumbra como una candidata con grandes cualidades mediáticas, discursivas y políticas.
Por lo pronto, Claudia Sheinbaum ya sumó al resto de los aspirantes presidenciales morenistas (Adán Augusto, Monreal y Gerardo Fernández Noroña) y a perfiles de otros partidos, como el Senador Carlos Ramírez Marín (quien hasta hace poco militaba en el PRI) o a los miembros de la “Ola azul con Claudia”, panistas de la CDMX que han hecho público su apoyo al proyecto presidencial.
Decir que Claudia está sumando no es cosa menor. Recordemos que previo a su triunfo en 2018, López Obrador hizo acuerdos en todo el país, con todos los sectores y en todos los niveles.
Ahí están como ejemplo los maestros de la SNTE, a quienes por cierto ofreció echar abajo la Reforma Educativa de 2015; los eclesiásticos, empezando por aquellos agrupados en el Partido Encuentro Social (PES), los padres de los normalistas de Ayotzinapa y los migrantes mexicanos, entre muchos otros.
López Obrador entendió que, para ganar la Presidencia de la República, tenía que incluir a todos en su visión de país. Ahora es Claudia la de los acuerdos.
La que sin dejar de ser clara en su propuesta, lo que llama “el segundo piso de la transformación”; ha hecho de la concordia y la apertura su mejor arma para ganar esta contienda.
Veremos pues, si en lo subsecuente, la receta de su mentor le funciona para mantener la ventaja que hoy posee frente a la oposición y asegurar el triunfo.