🧨 CHARLIE KIRK, VICTIMA DE LA VIOLENCIA IDEOLOGIZADA | RODRIGO GONZÁLEZ ILLESCAS

15/09/2025
🧨 Charlie Kirk, víctima de la violencia ideologizada
“Los extremos se tocan”
El alarmante incremento de la violencia ideologizada a nivel global es innegable. La caída del gobierno en Nepal —con inmolaciones incluidas—, las imágenes de París entre incendios y protestas del movimiento Bloquons tout (“Bloqueemos todo”), y el impactante video en la Universidad de Utah, Estados Unidos, donde un francotirador arrebató la vida al conferencista Charlie Kirk, aliado del presidente Trump, son señales de una preocupante radicalización.
A ello se suma la marcha en Londres, convocada por el movimiento antiinmigración Unir al Reino, con más de 100,000 asistentes, aunque sin incidentes violentos. Todos estos hechos ocurrieron la semana pasada, evidenciando una colisión ideológica global sin tregua.
Desde esta columna, sostengo que toda idea debe poder debatirse, con una sola excepción: la violencia.
Y al hablar de violencia, no me refiero únicamente a la física, sino también a la ejercida desde el lenguaje, la discriminación y, en su forma más extrema, aquella que termina —como en el caso de Charlie Kirk— con la vida misma.
Podemos discrepar de sus ideas, pero la pluralidad exige tolerancia y disposición al diálogo, no odio ni agresión.
La teoría de la herradura, enmarcada en la ciencia política, plantea que mientras más se alejan dos posturas del centro, más similitudes emergen entre ellas. Ese fenómeno se manifiesta con creciente claridad en distintas partes del planeta.
La violencia, en cualquiera de sus formas, debe ser condenada. No aporta nada al debate sobre los problemas nacionales, locales o globales.
Despresurizar las posturas radicales es una tarea colectiva: familias, escuelas, medios de comunicación y líderes de opinión deben asumirla. Porque la violencia —insisto, en todas sus expresiones— es el verdadero enemigo de las sociedades. Las ideas radicalizadas germinan nuevas violencias.
El senador colombiano Miguel Uribe Turbay y Charlie Kirk son víctimas de esta espiral ideologizada. México no está ajeno.
El reciente episodio en un programa de alcance nacional, donde comentaristas justificaron la violencia contra Kirk —hecho que derivó en disculpas públicas y una renuncia— evidencia que este fenómeno ya nos alcanza. La normalización del discurso violento debe combatirse desde ahora, antes de que también aquí se cobre una vida.