CARTAS SOBRE LA MESA XÓCHITL Y CLAUDIA PARA EL 2024
LUMINISCENCIA
La opinión de Adrián Valencia
08/09/2023
Cartas sobre la mesa
Las cartas están sobre la mesa. Xóchitl y Claudia serán las candidatas oficiales que disputarán la Presidencia de la República en 2024.
Por lo pronto han sido ungidas ya en los actos políticos de sus partidos. Gálvez en el Ángel de la Independencia, flanqueada por los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD.
Sheinbaum con la clara ventaja que siempre le dieron las encuestas en materia de conocimiento e intención de voto.
En un mano a mano, ambas tienen con qué. Sin embargo, lo que avecina en los próximos meses será una elección en la que se contrastarán dos visiones de país. Falta ver de qué manera jugará el factor Movimiento Ciudadano.
Del proceso quedan algunos desencantados como Ebrard, quien dicen muchos, puede irse justo a MC para dividir el voto y “jalar agua para su molino”.
Pero ya decía el gran Manuel Gómez Morín, uno de los ideólogos más importantes del siglo pasado: “que no haya ilusos para que no haya desilusionados”.
Era evidente que sería Claudia, siempre ha sido la favorita de López Obrador y el trato preferencial, desde Palacio Nacional, ha sido evidente. También es ella, por cierto, quien ha seguido su ejemplo al pie de la letra.
Sheinbaum está tranquila, porque sabe que cuenta con una amplia ventaja en sus recorridos por el país y en la promoción de su imagen.
Aprendió bien la receta del presidente, quien desde mucho antes de llegar a la silla presidencial, le dio la vuelta al país varias veces.
En tierra, Claudia es conocida en las 32 entidades del país. No hay una sola que no haya visitado en los últimos dos años. Por ello, su nivel de conocimiento supera por mucho al de otros aspirantes.
Xóchitl Gálvez, por su parte, ha irrumpido entre la clase más informada y aquella que aspira a mejorar sus condiciones de vida. El voto “antiobrador”, por llamarle de alguna forma, también es suyo.
Pero, ¿y los millones de mexicanos que faltan?. Su trayectoria es discreta, pero nada desdeñable. Funcionaria federal con Fox, jefa delegacional en la Miguel Hidalgo y Senadora de la República.
Un perfil fresco y dinámico. Con mucho potencial a la hora de comunicar. Entiende hacia dónde camina el mundo y en donde están las nuevas oportunidades de negocios y de generación de empleos.
Pero Claudia también. Su formación científico-académica le ha permitido desarrollar un estilo de gobierno único.
Lo mismo incorpora la política social de López Obrador, que políticas innovadoras en la administración pública, como la digitalización de trámites, la movilidad sustentable y la inteligencia policial. Una mujer inteligente y con mucha capacidad de mando.
Sus resultados en la CDMX la avalan. Y la gente la identifica plenamente como heredera del lopezobradorismo.
¿No me creen?, la entrega de bastón de mando será justo eso: un acto simbólico con el cual el presidente la ungirá para ser su sucesora, como en algún momento Hugo Chávez lo hizo con Nicolás Maduro.
Con ello, el voto duro pro Andrés Manuel está en la bolsa. Nada más y nada menos que 30 millones.
Por ello, el frente opositor tendrá el reto de convencer a por lo menos 35 millones de mexicanos, porque su proyecto de gobierno es mejor que el lopezobradorismo, que por cierto llega a su final con aciertos y desaciertos.
Muchas de las promesas del presidente López Obrador se quedarán en eso, en promesas.
La contienda no será nada fácil. Pero ojalá que la carrera presidencial del 2024 se distinga más por las propuestas y soluciones que este país necesita.
Que ambas candidatas estén a la altura del reto y al final, la primera mujer presidenta de México, gobierne para todos y construya un modelo acorde al realidad global que vivimos.
Las cartas están sobre la mesa y ahora falta ver, como dicen en el rancho “de qué cuero salen más correas”.
