CENSURA A LA VISTA, PROHIBIDO PROHIBIR / PUNTO DE QUIEBRE
28/04/2025
Censura a la vista, prohibido prohibir / #PuntoDeQuiebre
La democracia, por diseño, es una forma de gobierno cimentada en las libertades. Son esas libertades las que nos permiten votar y ser votados.
Si bien la democracia liberal —con todos sus excesos y carencias— es perfectible y debatible, no tengo dudas de que sigue siendo, y seguirá siendo, la mejor forma de elegir a nuestros gobernantes y representantes populares. ¿Por qué? Porque su base es irrefutable: la vida y la libertad.
Estas libertades se manifiestan de muchas formas —libertad de asociación, de expresión, de prensa— y le otorgan al ciudadano la dignidad de decidir por sí mismo, como un adulto pleno en derechos y capacidades.
En este contexto, el nuevo proyecto de Ley de Telecomunicaciones representa un preocupante retroceso en la garantía del derecho a la libertad de expresión, consagrado en nuestra Constitución en los artículos 6 y 7.
La organización civil Artículo 19 ha advertido que esta iniciativa busca, entre otras cosas, centralizar el control del espectro radioeléctrico, otorgar y retirar concesiones con criterios políticos y bloquear plataformas digitales sin justificación clara.
«Esto contraviene estándares internacionales y atenta contra la libertad de expresión», subraya.
Por su parte, la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) ha hecho un respetuoso llamado al Senado para que garantice espacios de consulta y tome en cuenta los estándares internacionales en materia de libertad de expresión, información, privacidad, derechos digitales e indígenas.
La vida y la libertad son valores inherentes al ser humano. Han sido conquistados tras siglos de lucha en distintas partes del mundo.
En México, el avance ha sido paulatino, pero ha permitido la confrontación de ideas, el debate público y el disenso. La oposición encabezada por el senador Alejandro Moreno del PRI señalaron que votarán en contra.
Retroceder en estas conquistas, permitir que se silencien voces y se cierren espacios, sería —en términos futbolísticos— un autogol histórico.
