REALIDAD O FICCIÓN ELECTORAL / MARTÍN ESPINOSA
14/02/2024
Realidad o ficción electoral
Desde la elección del Estado de México se hizo evidente el uso de las encuestadoras como una herramienta de propaganda y difusión electoral; de los 20 hasta los 30 puntos que daban de diferencia entre Alejandra del Moral y Delfina Gómez se redujo a menos de 9 puntos.
Dentro de los cuartos de guerra de las candidatas a la presidencia de la República se destaca un factor que definirá las próximas elecciones: el voto de castigo, o mejor dicho, el voto anti-AMLO.
Para Claudia Sheinbaum es sumamente importante que cada uno de los candidatos a las gubernaturas, así como los aspirantes al Senado de la República, «arrastren» un gran número de votos a su favor; es decir, más allá del voto duro de morena, Sheinbaum necesita sumar esfuerzos para separarse, no de Xóchitl Gálvez sino del voto de castigo.
Las cifras reales no dan más de dos dígitos entre las candidatas; por eso la continua intervención desde Palacio Nacional.
Durango es el mejor ejemplo de errores que no puede cometer la candidata de Morena.
Ya ocurrió en la elección pasada a la gubernatura del estado, donde la población daba una amplia aprobación al doctor José Ramón Enríquez como candidato a la gubernatura; sin embargo, una serie de malas decisiones hicieron que quien ocupaba el tercer lugar en las preferencias al interior de Morena fuera el candidato a la gubernatura, a pesar de que todas las encuestadoras ponían a ese partido hasta con un 56 por ciento de preferencias.
Finalmente el PRI obtuvo 53 por ciento de los votos con lo que Morena fue desplazado de Durango. Desde 2018, Morena ha perdido todas las elecciones en ese estado, tanto a gobernador como a alcaldes y diputados locales y federales.
Hoy, nuevamente la decisión de quienes ocuparán los lugares al Senado parece como si Morena hubiera decidido cederle el estado al PRI, ya que quien encabeza la fórmula guinda es el petista Alejandro González Yáñez, quien cuenta con menos del 7 por ciento de aprobación, acompañado de Margarita Valdés, quien apenas rebasa el 4 por ciento, dejando fuera de nuevo al senador José Ramón Enríquez, quien tiene más de 25 puntos de aprobación, y a Marina Vitela con un 22 por ciento.
El sentir de los duranguenses es que Morena está entregando el estado a cambio de una negociación política. Se la están dejando fácil al PRI y ello termina restándole votos a Claudia Sheinbaum rumbo a la presidencia de la República.
No es «descabellado» mencionar que José Ramón Enríquez es uno de los cuadros que en el futuro puede aspirar a la presidencia de la República, ya que cuenta con un perfil ideal además de congruencia; el objetivo simplemente es cerrarle el camino antes de que se convierta en un problema.
Lo mismo ocurre con cuando menos otros 20 senadores quienes han externado su malestar por la elección de candidatos a la cámara alta.
Han manifestado que los lugares fueron simples «premios de consolación» para los perdedores de la elección a gubernaturas, pero también se busca beneficiar casos de corrupción dentro de la actual administración, otorgando impunidad a personajes señalados por la oposición por diversas razones.
Además, hay que sumar los casos de Morelos y Veracruz donde la oposición está haciendo muy visible el voto de castigo; los gobernadores de estas entidades no le están ayudando en nada a Claudia Sheinbaum, mientras que en Yucatán no ha cesado el fuego amigo por los desacuerdos entre el diputado local Rafael Echazarreta y el candidato a gobernador «Huacho» Díaz Mena.
Ello, al final, resultará en una menor votación.
Por otra parte, avanza firme Clara Brugada, candidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, donde la oposición no logra permear; el malestar de los vecinos de las propias alcaldías es evidente por el trato tan diferenciado que tienen algunas colonias en temas de pavimentación y ambulantaje.
Lo mismo sucede en Puebla donde Alejandro Armenta propone llegar a un récord histórico de votos a favor de Morena.
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