PUNTO FINAL | MARTÍN ESPINOSA

24/12/2025
👉 Cuando el agua se convierte en disputa y el Metro en tablero político, la columna de Martín Espinosa nos recuerda que los conflictos locales son también espejos del poder nacional…
Punto final

Seguramente los propietarios de la empresa Time Ceramics, de origen chino y asentada en Hidalgo, ya «pusieron sus barbas a remojar», pues la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado instrucciones para revisar las acusaciones de presunto «huachicoleo de agua potable» y de la construcción ilegal de la fabricante de pisos de cerámica sin tener los permisos de uso de suelo industrial.
El pasado lunes, en su conferencia mañanera, Sheinbaum Pardo se comprometió a conversar con el director de CONAGUA, Efraín Morales, para poner fin – de una vez por todas – al conflicto que afecta a los comuneros y habitantes del municipio de Emiliano Zapata y zonas aledañas al Valle de Apan.
La situación se le complica a la empresa que fabrica porcelanatos y losetas porque un juez admitió una demanda de amparo por la violación del uso de suelo agrícola del predio de 84 hectáreas.

La noticia es un regalo navideño para los habitantes y comuneros de dicho municipio porque ya están cansados de tantas injusticias. Por ello, confían en que la titular del Ejecutivo federal ponga punto final al «huachicoleo de agua» propiciado por los empresarios chinos.
La mandataria, en su tradicional Conferencia del Pueblo, se comprometió a revisar las acusaciones que pesan sobre dicha empresa ante las constantes denuncias de la comunidad hidalguense.
A pregunta expresa del reportero Julio Omar, del portal «Medios del Pacífico», quien advirtió que hay escasez de agua en la zona, la presidenta fue concisa y certera en su respuesta: «Sí, le pedimos a Efraín (Morales, director de CONAGUA), por favor. Hoy mismo le llamo para que pueda hacer una revisión».
Resulta que ante los constantes llamados de apoyo de la comunidad de Emiliano Zapata, ninguna autoridad federal, estatal o municipal había puesto atención a la problemática.

La respuesta de la presidenta Sheinbaum representa una «bocanada» de esperanza para dicha comunidad para poner fin a las irregularidades, las cuales han sido constatadas por la población que observa indefensa las filas que hacen todos los días, afuera de la empresa, las pipas que «ordeñan» los pozos de agua con que cuentan.
Cabe recordar que en noviembre pasado, la propia titular del Ejecutivo había advertido que únicamente se podía utilizar agua tratada para los procesos de la fábrica.
Por ello, la presidenta prometió hacer una revisión exhaustiva del asunto a fin de evitar malos entendidos y poner las cosas en claro, pues ya son muchas las quejas que existen en contra de Time Ceramics por sus presuntos abusos.
Movimiento de piezas…

Nos informan que al ya de por sí cargado tablero del Metro de la CDMX, ahora se le quiere mover una pieza delicada: la administración. Resulta que el problema no es el cargo, sino el contexto. El sindicato está activo, con exigencias salariales claras y pidiendo interlocución real, no discursos ni pulsos políticos; y justo es ahí donde varios «levantan la ceja».
En los pasillos del sistema vuelve a sonar el nombre de Paulina Moreno, con antecedentes que no remiten precisamente a la conciliación: choques en el Edomex, retrasos presupuestales, una confrontación con Horacio Duarte que la volvió políticamente inviable y una salida silenciosa vía gaceta.

Cuentan también que en ese trayecto presumía cercanía presidencial como «salvavidas», pero no le alcanzó. A ello se suma el episodio en Nafin, cuando trabajadores bloquearon la Av. de los Insurgentes tras no ser atendidos, derivando en paro laboral, una postal que difícilmente «embona» con el diálogo fino que hoy exige el Sistema de Transporte Colectivo.
Pemex fue el siguiente intento y tampoco prosperó. Nos dicen que ahora el «empuje» vendría desde el círculo de Andy López Beltrán con Juan Pablo de Botton, promotor de la jugada, y Adrián Rubalcaba como operador, más identificado con el «músculo» y la confrontación que con la negociación.
Y ahí está el «nudo» que inquieta: un sindicato activo, una administradora con fama de poco conciliadora y un operador «rudo» en un sistema donde el presupuesto pesa tanto como la política.
La duda queda flotando bajo tierra: ¿Se busca gobernabilidad real o un nuevo reparto de poder donde el diálogo estorba y los usuarios, como siempre, pagan el costo?
✨ Martín Espinosa nos deja con un tablero abierto y una pregunta incómoda: ¿habrá punto final o apenas se mueven las piezas?




