LA SOBERBIA DE LA SENADORA / LUMINISCENCIA

25/03/2025
La soberbia de la Senadora / #Luminiscencia

Andrea Chávez es uno de los mejores ejemplos de lo que no debe ser un servidor público. La Senadora por Morena, evidenciada hace unos días por su descarada e ilegal campaña en Chihuahua, debería estar siendo investigada cuando menos por tres delitos: ejercicio indebido del servicio público, tráfico de influencias y actos anticipados de campaña.
La joven Senadora lucra con la necesidad de la gente y no pasa nada. Por el contrario, ella se dice víctima, como ya es costumbre en el oficialismo, de una campaña de desprestigio en su contra.

Cobardemente, como bien se ha dicho, la Senadora ha usado la máxima tribuna del país para atacar al periodista Carlos Loret de Mola.
Cree la joven política, que la estridencia y la victimización la hacen ajena a lo inmoral e ilegal de sus actos. No es la primera vez que Andrea Chávez está en el ojo del huracán por sus dichos y hechos.
Basta recordar cuando sostuvo, en una reunión de Comisiones en el Senado de la República, que en México ya no hay desapariciones forzadas. ¿Pues en qué país vive la Senadora?
Aunque la senadora presume ser producto del esfuerzo y la simpatía del pueblo, lo cierto es que en muy poco tiempo, la joven chihuahuense se ha abierto camino entre la cúpula del movimiento de la mal llamada Cuarta Transformación, por su peculiar histrionismo y su aprendido discurso con tintes ideológicos.

Pero también es sabido que su cercanía con los cuadros de más alto perfil del movimiento, le han valido para estar donde está.
Se equivoca la Senadora cuando dice que no hay nada ilegal e inmoral en llevar camiones de atención médica a los rincones más pobres de su entidad.
Sí lo es Senadora, porque si lo hiciera de buena fe, sería de forma totalmente transparente, acorde a su dieta legislativa y sobre todo, sin promocionar su imagen. Hoy se sabe que es un contratista cercano al gobierno, quien le ayuda con ese proyecto para posicionarla rumbo al veintisiete.
Pero lejos de reconocer lo incorrecto e indebido de su campaña de promoción, la Senadora ataca, acusa y señala al periodista, al medio y al canal que exhibieron la ilegalidad. La joven pone sobre la mesa argumentos exacerbados.

Dice que la guerra en su contra, también es una guerra contra el pueblo de Chihuahua. No Senadora, usted no representa al pueblo de Chihuahua. Representa únicamente a un porcentaje de ese pueblo y está obligada a rendir cuentas de sus actividades como servidor público.
La clase política mexicana enfrenta un desprestigio brutal por personajes como Andrea Chávez, que se saben impunes e intocables.
Pero cierto es que por lo pronto, millones de mexicanos están siendo testigos de cómo una joven que podría destacar por su talento discursivo y su trabajo en la Cámara alta, está haciendo historia por aprovecharse de la necesidad de esos chihuahuenses a quienes dice defender y representar.