El deporte como motor de cambio: ¿Una solución para alejar a los jóvenes de las drogas?

La reciente participación de Mario Delgado, secretario de Educación Pública, en el torneo de artes marciales mixtas Budo Sento Championship, pone en la palestra un tema crucial: la capacidad del deporte de transformar vidas y alejar a la juventud de las drogas.
En el marco de la estrategia nacional Vive saludable, vive feliz, Delgado subrayó que el deporte es una herramienta para el desarrollo físico y mental de las y los jóvenes. “Hagan deporte, el deporte que les guste; aléjense de las drogas y elijan una vida que los haga felices”, instó.

Sin embargo, cabe preguntarse: ¿basta con promover el deporte para abordar los desafíos multifacéticos que enfrentan los jóvenes en México?
Los logros visibles
El evento, en el que participaron alrededor de 200 peleadores, demostró el impacto positivo del deporte en las vidas de jóvenes como Miranda Majo, quien asegura que las artes marciales le han dado disciplina y confianza para derribar barreras de género.

Por otro lado, testimonios como el de Ángel Velasco resaltan cómo el deporte fomenta la creación de amistades saludables y aleja de círculos nocivos.
Los retos pendientes
Aunque iniciativas como estas son loables, es imposible ignorar las limitaciones estructurales que persisten.
¿Cómo pueden jóvenes de comunidades marginadas acceder a estas oportunidades si enfrentan barreras económicas o falta de infraestructura?
Además, la promoción del deporte debe ir de la mano de políticas integrales que aborden la salud mental, el desempleo y otros factores que predisponen a las adicciones.
Conclusión
Más allá del espectáculo Si bien eventos como el Budo Sento Championship son un paso en la dirección correcta, no pueden ser la única respuesta a los complejos problemas sociales que enfrentan los jóvenes.
El deporte es, sin duda, una herramienta poderosa, pero requiere de un ecosistema de apoyo para generar un cambio sostenido.