Gente detrás del dinero en El Independiente
Opinión Abril 07/04/2022
- El bendito estancamiento evitará apagones
La preocupación de apagones en diversas zonas del país en esta calurosa primavera -y un verano que se vaticina aún más tórrido- ya se disipa… pero no por la oportuna acción de la Comisión Federal de Electricidad para generar más energía y ampliar la red nacional de distribución, sino por el lento crecimiento económico que se vaticina todo este año que, de manera natural, conlleva una menor demanda del fluido para todas las actividades productivas.
La empresa productiva del estado a cargo de Manuel Bartlett puede tomarse las cosas con relativa calma… pero no tanto por que el margen de reserva se achica y está lejos, muy lejos, de lo que tenía calculada la Secretaria de Energía a cargo de Rocío Nahle.
De acuerdo al Plan de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional presentado el año pasado, la expectativa de crecimiento económico era en un escenario bajo de 2.2%, medio de 2.7% y alto de 3.5% de aumento medio anual del PIB hasta 2024. Sin embargo, el pronóstico consensual de los especialistas consultados por Banco de México lo ubican en 1.8% este año y sólo hasta 2023 ven que pueda acercarse al 3%.
En contracorriente a la perspectiva al banco central que encabeza Victoria Rodríguez Ceja, la Secretaría de Hacienda estima un aumento de 3.6% del PIB este año, reduciendo un pronóstico extremadamente optimista de 4.5% planteado en la Ley de Ingresos y Egresos de la Federación 2022.
Es decir, la menor actividad económica, incluso ya aceptada por la secretaría a cargo de Rogelio Ramírez de la O, implicará menor demanda. De hecho, en su perspectiva media, se pronosticaba un aumento de la demanda de electricidad de 3.3% anual. Esto significa que existe una elasticidad demanda eléctrica-PIB de 1.22 veces
Por tanto, con un menor PIB, la capacidad instalada de generación no se verá presionada este año hasta en -33%. Sin embargo, la capacidad hoy instalada de generación de 94,868.5 MW, no sólo está lejos de los 101,000 MW que el programa de la Sener pronosticaba habría este año, si no que existe el rezago de cuando menos dos años en la ejecución de inversiones en generación y en ampliar la red de distribución que hoy cuenta con 102 mil kilómetros pero debería ya contar con cuando menos 110 mil kilómetros.
- A penas se contratan nuevas plantas
En marzo pasado la CFE contrato de manera directa la construcción de 5 plantas generadoras que con una inversión de casi 35 mil millones de pesos agregaran 2,260MW, sea una adición cercana al 2% de la capacidad del Sistema Eléctrico Nacional.
En 2021 se intentó hacer licitación, pero dados los precios ofrecidos por la CFE y la incertidumbre generada por el ataque sistemático de Bartlett a las empresas privadas, se declararon desiertos los concursos. Así que no hubo que contratar en directo.
Y los ganones de ello fueron la finlandesa Wartsila para la construcción de dos centrales eléctricas con motores de combustión interna; Mitsubishi Power se llevo dos plantas de ciclo combinado (a gas natural) y una más se le asignó a la alianza TSK-Siemens Energy.
Con tales contrataciones la CFE agotó prácticamente el presupuesto de 40,257 millones de pesos para generación presupuestados para 2022 en su Plan de Negocios. Son cantidades respetables, pero distan de los casi 80 mil millones de pesos que la pasada administración de la CFE, la de Enrique Ochoa, estimó necesario invertir en generación a fin de mantener un suministro cierto y seguro que soportara el crecimiento de los servicios y la manufactura (aunque también de las actividades primarias) y estilos de vida cada vez más electrificados.
- La reserva se hizo chiquita
El estándar que desde finales del siglo pasado se utilizó para indicar los niveles de certeza de suministro cierto y de calidad se definió como “Margen de Reserva”, es decir la proporción que hay entre el consumo total y la generación existente a lo largo de un período específico.
Se estableció que un nivel seguro es una reserva de 27%; El “margen operativo de reserva”, que resta y adiciona a la capacidad de generación los plazos de reparación, salida y agregación de plantas generadoras, es otro indicador que se ubica en nivel seguro en 6 por ciento”.
De acuerdo a los planes del actual gobierno, este año esperaba Margen de Reserva del 50% y una ligera reducción 48% hacia finales del sexenio. Sin embargo, los indicadores del Centro Nacional de Control de Energía, que dirige Eduardo Meraz, en lo que va del año ese indicador ronda entre 12% y 13%.
Sin embargo hay momentos críticos, en especial en el centro y sureste del país, el margen se llega a reducir a 0.8% en las horas de mas alto consumo que, dada la canícula, tiende al alza.
La reducción de la actividad económica no es una buena noticia para nadie, pero como consuelo queda que ello evitará que nos acerquemos a un escenario crítico de apagones… pero cuando retorne la expansión productiva, el riesgo es aparezcan cuellos de botella que limiten precisamente la recuperación por falta de electricidad en la que la CFE quiere mantener control cuasi monopólico.
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