LA GUERRA COMERCIAL QUE NO NOS CONVIENE / PUNTO DE QUIEBRE

17/03/2025
La guerra comercial que no nos conviene / #PuntodeQuiebre
El conflicto económico entre Estados Unidos, Canadá y México es un tema delicado que preocupa a muchos, especialmente a México.

Nuestra relación comercial con Estados Unidos es fundamental, ya que este país es el principal consumidor de productos mexicanos, tanto agrícolas como manufacturados.
Este vínculo, que ha impulsado el desarrollo de nuestro país, también nos vuelve muy vulnerables ante medidas proteccionistas y arancelarias, lo que convierte a una posible guerra comercial en un escenario de alto riesgo para nuestra economía.
Los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense tienen un doble propósito: por un lado, se busca recuperar la producción y manufactura de épocas pasadas, apostando por una reindustrialización que muchos consideran necesaria; por otro, se pretende diseñar un nuevo esquema recaudatorio que compense la pérdida de ingresos tributarios.
Sin embargo, esta política de “estirar y aflojar” puede resultar perjudicial para México, ya que podría disminuir nuestras exportaciones y encarecer los productos importados, afectando tanto a empresas como a consumidores.

Frente a este panorama, es fundamental que México adopte una estrategia cautelosa y táctica para mitigar el impacto.
Esto implica dejar de lado las retóricas de orgullo nacional sin sustento y, en cambio, trabajar en la construcción de un país con instituciones sólidas y una economía diversificada.
Es crucial invertir en sectores estratégicos, fomentar la innovación y fortalecer nuestras cadenas de valor internas, de modo que, ante cualquier choque externo, podamos adaptarnos y resistir.
Además, es importante aprender de experiencias tanto negativas como positivas. Casos como el de Teuchitlán en Jalisco, donde las políticas locales han empeorado problemas estructurales, deben servirnos de advertencia.
En lugar de replicar modelos ineficaces, debemos orientarnos hacia la construcción de un país de oportunidades y futuro, en el que la diversificación económica y el fortalecimiento institucional sean las prioridades.
En este contexto, el senador Alejandro Moreno Cárdenas se destaca como el único líder opositor que ha planteado un plan integral para enfrentar la posible crisis económica que podría desencadenarse por una guerra comercial inminente.

Su propuesta, que incluye medidas de estímulo económico, inversión en infraestructura y diversificación de mercados, ofrece una alternativa que merece debate y análisis, aunque todavía queda mucho por hacer para proteger la economía mexicana.
En definitiva, la guerra comercial no es un juego en el que podamos arriesgar la estabilidad y el bienestar de México.
Es necesario un enfoque realista y estratégico, donde la responsabilidad de los gobiernos, lideres opositores y sociedad civil se sume a la fortaleza de nuestras instituciones, la resiliencia de nuestra economía sin duda será puesta a prueba.
Solo a través de políticas bien pensadas, construir unidad nacional en torno a un proyecto de nación y no a un liderazgo carismático sumada a una visión de largo plazo, podremos asegurar un futuro próspero para todos los mexicanos.