El ascenso meteórico de Morena
- El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) fue registrado en México en 2014, pero su historia comenzó como un movimiento social en 2011.
Origen y crecimiento:
Fundado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ya se perfilaba como candidato presidencial, Morena se consolidó como partido político en 2014. Desde entonces, ha experimentado un ascenso vertiginoso.
Triunfos electorales:
En los últimos años, Morena ha logrado conquistar la presidencia del país en dos ocasiones: primero con AMLO y ahora con Claudia Sheinbaum.
Además, ha mantenido el poder en seis de las nueve gobernaciones en juego y en Ciudad de México, un bastión electoral clave.
Cifras impactantes:
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), aproximadamente el 58.7% de la población mexicana vive en los 22 estados gobernados por Morena, independientemente de que el presidente de la República sea del mismo partido.
Esto demuestra la influencia y la responsabilidad que recae sobre la sociedad mexicana al darle el poder total a Morena.
Reflexión sobre la responsabilidad:
La participación activa de la sociedad mexicana jugó un papel crucial en la consolidación del poder de Morena.
Las elecciones son momentos clave para ejercer su derecho al voto y tomar decisiones informadas.
La responsabilidad implica investigar, analizar propuestas y considerar el impacto a largo plazo de las decisiones políticas.
Exigencia de rendición de cuentas:
Otorgar poder implica también exigir transparencia, rendición de cuentas y fiscalización.
La sociedad debe estar atenta a las acciones del partido en el gobierno y demandar resultados concretos en áreas como seguridad, economía, medio ambiente y justicia.
Participación ciudadana:
Más allá de las elecciones, la sociedad tiene la responsabilidad de involucrarse en la vida política y social del país.
Participar en debates, movilizaciones y organizaciones ciudadanas contribuye a moldear el rumbo de México.
En resumen, la sociedad mexicana debe ser consciente de su poder al votar y de la responsabilidad que implica otorgar el control total a un partido político.
La participación activa y la exigencia de resultados son fundamentales para un ejercicio democrático efectivo.