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99 AÑOS DEL POETA PERENNE / LA OPINIÓN DE PILAR JIMÉNEZ

99 AÑOS DEL POETA PERENNE / CULTURA SOBRE RUEDAS

CULTURA SOBRE RUEDAS
La opinión de Pilar Jiménez Trejo / Cultura Sobre Ruedas

01/04/2025

99 años del poeta perenne, nos preparan para el centenario de Sabines / #CulturaSobreRuedas

99 AÑOS DEL POETA PERENNE
Luis Ignacio Sáinz, José Antonio Lugo, Gabriela López Rivera y Pilar Jimenez Trejo

El pasado 25 de marzo se realizó una actividad para recordar el nacimiento del poeta Jaime Sabines nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas en 1926, la intención era a recordar su vida y su poesía. Los organizadores fueron los escritores Luis Ignacio Sáinz y José Antonio Lugo y el testimonio se llevó a cabo en la Casa de Cultura Jaime Sabines (avenida Revolución 1747, San Ángel).

Allí fui invitada para contar fragmentos de la larga entrevista que se registra en mi libro Sabines. Apuntes biográficos (Tusquets y Audible de Amazon), y un puñado de mujeres poetas como Elvia de Angelis, Lilia Barbachano, Norma Salazar, Alicia Eugenia Segura… leyeron versos del autor de Tarumba.

99 AÑOS DEL POETA PERENNE
Mujeres poetas como Elvia de Angelis, Lilia Barbachano, Norma Salazar, Alicia Eugenia Segura… leyeron versos del autor de Tarumba.

Estábamos allí para recordar el nacimiento de Jaime Sabines, y celebrar al poeta que nos asombra y nos conmueve a los que hemos leído sus versos; el peatón que nos enseñó que «no hay que llorar la muerte, es mejor celebrar la vida».

Recordé que Sabines, en la década de los 90, pese a él mismo, ya era el rockstar de la poesía, como lo llamó Carlos Monsiváis que dijo: «Si la poesía convoca multitudes, no todo está perdido»… Ese año de 1996, previó a su gran lectura en Bellas Artes y la sala Nezahualcóyotl, el poeta tuvo que acceder a hacer una gira por el norte del país, de Tijuana, pasando por Monterrey, Ciudad Victoria y la Feria del libro de Guadalajara, para leer sus poemas.

Y cito mi libro:

«En la Ciudad de México, se abrió una casa de cultura que lleva mi nombre y que se encuentra en avenida Revolución 1747.

99 AÑOS DEL POETA PERENNE
Libro Sabines. Apuntes biográficos autor Pilar Jiménez Trejo

Me llamaron entonces el poeta más popular. Sin habérmelo propuesto nunca, se revirtió mi deseo: pensaba que la gloria mayor de una poeta consistía en ser anónimo, en que la gente supiera los poemas sin necesidad de saber quién los había escrito. No creía que ser popular fuera un aval de ser buen poeta; mi intención siempre fue ser cada vez más preciso, más claro, más sencillo».

Sus lectores encontramos de una u otra manera, por uno u otro camino, en la poesía de Sabines el consuelo humano, como él me lo dijo en la primera entrevista que puede hacerle en 1988:

«Lo que uno tiene al escribir poesía es emoción: puede ser alegría, dolor, desesperanza. En ese sentido sí creo mucho en la palabra inspiración, o tal vez no sea inspiración sino alumbramiento…. La poesía no se escribe solamente con la actitud intelectual y reflexiva del hombre, el poema debe ser la emoción del hombre. Si lees un poema no estás buscando palabras sabias, profundas y filosóficas; buscas una emoción humana, y eso es lo que da el arte en general: la emoción de la vida».

En diciembre de 1989, el poeta sufrió un accidente en el que se fracturó la pierna izquierda; las complicaciones fueron creciendo y otros malestares aparecieron, y ni casi 40 operaciones lograron reponerlo totalmente en la década que siguió. Sabines no volvió a caminar sin dificultades y parte de esos años estuvo postrado en cama.

Unas semanas después de su accidente lo llamé para ir a verlo. Así comenzaron mis visitas a su casa del Pedregal. Casi siempre a las 11 de la mañana, frente a algunas tazas de café, y por el primer lustro, con la presencia de sus cigarros delicados. Algunas veces me dejaba entrevistarlo por su cumpleaños o alguna nueva edición o traducción de sus poemas.

Dio así comienzo a una amistad profunda. Cada encuentro era un portento de reflexión filosófica y proverbial sobre la condición humana y sus contradicciones, y una lección de vida de alguien que, aquejado por la enfermedad, siempre esperaba el amanecer. No había ocasión en que no saliera de la casa del poeta con una emoción que me desbordaba.

En varias ocasiones le pedí que me dejara grabar cada charla, quería guardar para siempre sus palabras. En una de esas visitas me dijo: «Está bien, te voy a dejar que me grabes, pero no ahora. Cuando vuelva a caminar aceptaré que me entrevistes e iremos a un parque, caminaremos por alguna calle, tomaremos un café y así podrás entrevistarme.

Ese día, así, nunca llegó. Pero sí llegó el momento en que accedió a comenzar esa larga entrevista que se prolongó por casi 10 años, encuentros casi semanales y largas conversaciones cuya riqueza originó en mí la idea de usarlas como base para escribir una biografía del escritor. «Eres ambiciosa», me dijo el poeta, «nadie puede hacer una biografía, ni siquiera de uno mismo; hay cosas que se pierden, que se olvidan.

Podrías hacer unos apuntes biográficos, eso sí tendría sentido.» A partir de entonces grababa todas las charlas con él. En ocasiones me avisaba de que le harían alguna entrevista, y me pedía fuera para registrarla, o como aquel medio día en que grabó para una colección del Fondo de Cultura Económica un CD con poemas de Neruda.

Sabines ya era conocido y traducido en el mundo, pese a él, era un poeta famoso en México y el mundo. Alguna vez lo invitaron a Líbano, la tierra de su padre el mayor Sabines, y declinó porque temía encontrar un país muy diferente al que recordaba su padre. «Yo también soñaba con ir a conocer la tierra de mis ancestros, pero luego ya no me dieron ganas de ver un Líbano destrozado, como parece estar ahora: las luchas intestinas han acabado con él», me contó alguna vez.

Jaime Sabines fue y sigue siendo un poeta de todos, por ejemplo en Buenos Aires hay un programa de radio que inicia cada mañana con la voz de Sabines diciendo: Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo… El programa lleva el nombre de ese poema.

Y cuando tuve la oportunidad de presentar mi libro en Beirut, a invitación de Jaime García Amaral, embajador de México en Líbano de 2013 a 2017, un gran diplomático, conocí a tres o cuatro académicos que trabajaban sobre la obra de Jaime Sabines y que me comentaron que parecía un poeta árabe que nunca hubiera salido de Líbano.

«Creo que toda esa literatura árabe y mi descendencia paterna marcaron mi visión fatalista de que el hombre, cuando habla de libertad, no es más que un muñeco manejado por la vida…. Me encanta toda la literatura árabe. Creo que es muy diferente a la occidental; ellos son más sueltos, más profundos, más líricos, ven el mundo con ojos más generosos, más transparentes.

Tagore es uno de mis grandes maestros: me fascina por su sinceridad, por su ternura; posee un elemento al que yo aspiro: la profundidad de la poesía oriental. Lograrlo ha sido mi meta», me contó en otra de las charlas.

Sabines escribió de temas universales: de la muerte, del amor, de la alegría, del dolor, de la soledad, del paso del tiempo, de la vida que termina y se renueva, de la condición humana. Desde su inicios fue un autor universal y con esa visión la editorial alemana Vervuert desde 1987 hizo una antología de poesía que título Dein Körper neben mir, que es el nombre del poema «Tu cuerpo está a mi lado».

En la última década de su vida, aparecieron versiones y ediciones de su poesía al inglés y al francés, nada menos que con la colaboración de poetas-traductores como Jean-Clarence Lambert (al francés) quien hizo Tarumba y W. S. Merwin (al inglés) una selección de poemas con el título Pieces of Shadow, ambos también fueron traductores y amigos de Octavio Paz, quien también por cierto nació en marzo, un día 31 de 1914.

Además existen otras versiones en francés para Francia y para Quebec, Canadá, realizadas por otros traductores. Y en inglés para Estados Unidos y Reino Unido.

Ediciones de antologías o libros completos reaparecen como Tarumba o Algo sobre la muerte del mayor Sabines, o selecciones de sus poemas de amor. Incluso poemas ya traducidos, como Algo sobre la muerte del mayor Sabines, vuelven a versificarse como lo hizo hace unos años Mark Schafer para el libro Pinholes in the Night: Essential Poems from Latin America.

Tras su muerte apareció la antología de Emilio Coco al italiano; y otra al árabe realizada por el doctor libanes César Afif; poemas suyos están en antologías en danés, chino, japonés, finlandés, ruso, flamenco… y nuevas versiones de sus poemas fundamentales siguen sumándose a otras ediciones recientes en el mundo.

Recuerdo una vez que lo visité en su casa, acaba de morir Octavio Paz. Sabines estaba desconsolado, triste y enojado porque era el cáncer, ese mismo que se llevó al mayor Sabines y a su hermano Juan, el que había acabado con la vida de Paz, el único escritor Premio Nobel de Literatura que ha conseguido México.

–Mira a Octavio que trabajó tanto por su obra, que se movió en el mundo para que se conociera, se tradujera, que hasta logró el Premio Nobel, ahora ya el cáncer acabó con su vida. Yo a veces pienso que le debo mucho a mi obra, no he hecho ni hice mucho por ella… salía un libro y lo dejaba solo–, me dijo en esa ocasión.

“JAIME SABINES: TARUMBA EN EL ALMA” RELATO DE PILAR JIMÉNEZ
Premio Colibrí de Oro, Pilar Jiménez Trejo

En febrero pasado también fui invitada a Chiapas para recibir un reconocimiento por el trabajo de difusión que he realizado del poeta y me fue entregado el Premio Colibrí de Oro, organizado por el colega Luis Altuzar Suárez.

También fui invitada por el poeta José Luis Ruiz Abreu a dar una charla sobre Sabines en la librería del FCE José Emilio Pacheco de la Universidad Autónoma de Chiapas en Tuxtla, en colaboración con el colectivo Carruaje de pájaros y el Seminario de Cultura Mexicana, y allí conversé con la poeta Marisa Trejo Sirvent, y terminamos el día con una cascada de poemas con los que ellos hicieron la noche.

Mi viaje concluyó con una visita al hotel «En la sombra del agua», que es el título de un poema de Sabines, un hermoso edificio colonial, localizado en el corazón de San Cristóbal de las Casas que tiene un exquisito restaurante llamado «Tarumba», un lugar que sabe la importancia que en el mundo tiene el poeta chiapaneco y se asume orgulloso de tener en su región a uno de los poemas universales.

“JAIME SABINES: TARUMBA EN EL ALMA” RELATO DE PILAR JIMÉNEZ
Tarumba

En mi reciente viaje advertí con gran asombro que tanto Tuxtla como San Cristóbal de la Casas volvían sentirse espacios seguros, ya no se percibía el temor, el silencio y la soledad en las calles que había en abril del 2024 con el abandono al que dejó el estado Rutilio Escandón.

Por el contrario, San Cristóbal ha vuelto a ser ese pueblo mágico de vida cotidiana donde se antoja sentarse a ver pasar la diversidad de sus habitantes. No cabe duda que la seguridad instaurada del gobernador Eduardo Ramírez cambia todo.

La misma sensación tuve en la Casa Jaime Sabines, ese edificio que se inauguró con el nombre del poeta en 1996. Un recinto del siglo XVII, remodelado en honor a Sabines que en esos años era vecino del Pedregal de San Ángel.

99 AÑOS DEL POETA PERENNE
Casa de Cultura Jaime Sabines

Al parecer la Casa volverá a ser de cultura, y difundirá a los enormes creadores que tenemos en México, y, por supuesto, divulgará el legado del poeta chiapaneco, mexicano y universal. Por lo menos eso vemos en los primeros meses en cuanto al compromiso con la cultura que dicho tener el alcalde Javier López Casarín en Álvaro Obregón.

En las últimas dos administraciones (Layda Sansores y Lía Limón) el recinto se había dejado al abandono y fue saqueado sin tener ninguna actividad y menos de cultura. Por suerte se conserva el busto realizado por Jorge Ismael Rodríguez, hoy escultor internacional, y que hiciera de Sabines para esa Casa. Ambos artistas de una u otra manera, dejaron una obra muy significativa, pues sobre la imagen Sabines escribió su poema «Del mito».

Mi madre me contó que yo lloré en su vientre.

A ella le dijeron: tendrá suerte.

Alguien me habló todos los días de mi vida

al oído, despacio, lentamente.

Me dijo: ¡vive, vive, vive!

Era la muerte.

Este mismo poema en el que se inspiró el cineasta Guillermo del Toro para darle vida a su cinta Pinocho y que afirma lo dicho por Sabines: «(existen) dos alegrías: la del momento en que se escribe un poema, cuando se sabe que es un buen poema, que ahí nadie te ve, ni te está retratando, y tú puedes ponerte a bailar a solas en tu cuarto por el gusto de haber escrito; y la otra alegría, la de saber que te leyeron, porque de algún modo uno está buscando el amor de la gente».

Ahora toca esperar el 2026 para celebrar el centenario su nacimiento, con nuevas lecturas de su obra como la publicación de los Poemas rescatados, los inéditos que Sabines revisó, y que ya preparan los hijos de Jaime y Chepita, la familia Sabines Gutiérrez, una de las actividades que tendremos para conmemorar el centenario de su nacimiento.

https://culturaenbicicleta.com/

https://x.com/JtPilar

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